Obliga a los cinco ejércitos que usan ya 12 aviones a hacer controles adicionalesAirbus confirmó ayer lo que se venía barruntando desde hace unos días en torno a las causas del accidente de un avión militar A400M minutos después de despegar en Sevilla: parte clave de la caída de la aeronave tiene que ver con el funcionamiento de sus cuatro motores turbohélice de última generación. En concreto, el fabricante europeo emitió, tras los primeros pasos de su investigación interna que corre paralela a la que lidera el Gobierno español, una alerta a los ejércitos de los cinco países que ya usan el avión para que realizanse controles adicionales del sistema tecnológico (software) que controla el funcionamiento de esos motores. Las acciones del fabricante europeo subieron ayer un 2,13 por ciento, a 62,81 euros, tras conocerse esta advertencia. Airbus ha lanzado esta instrucción para "evitar riesgos potenciales en futuros vuelos". En concreto, la alerta afecta a las doce aeronaves ya en servicio en las fuerzas aéreas de Francia, Reino Unido, Alemania, Turquía y Malasia. No hay por ahora cambios derivados de esta alerta en la línea de ensamblaje final en Sevilla. Todos esos países, excepto Francia, habían suspendido los vuelos de sus A400M, mientras que el país vecino señaló que sólo los utilizaría en misiones prioritarias. El Ministerio de Defensa español, por su parte, retiró provisionalmente la licencia de vuelo para los nuevos aviones que salieran de la planta de ensamblaje de Sevilla como medida de precaución tras el accidente. Comunicaciones Los controles a realizar tienen que ver con un fallo detectado en el sistema que comunica a la cabina del avión con los cuatro turbohélices. El avión siniestrado iba a ser entregado al ejército turco y realizaba su primer vuelo. El sistema -denominado, según sus siglas inglesas, Fadec- no funcionó correctamente a la hora de casar la información recibida por los dos canales de comunicación establecidos. Esta duplicidad de canales es justamente una medida de seguridad por si uno de los dos falla. Ahora, el problema ha venido cuando el motor no ha funcionado correctamente tras recibir esa información (temperatura, velocidad y dirección del viento, y otro parámetros previos al vuelo). Por ello, varios o todos los motores se habrían parado súbitamente. Dos medios alemanes, Der Spiegel y Die Welt, ya apuntaron a los motores y llegaron a concretar que tres de ellos se detuvieron. Específicamente, Airbus ha indicado a los países que operan el avión que realicen pruebas específicas con las unidades de control electrónico (ECU, en inglés) antes del próximo vuelo. También establecen las instrucciones de Airbus qué hacer si a futuro se cambia algún motor o se sustituye algún ECU. Los motores de este aparato se desarrollaron desde cero, por imposición de los países europeos clientes, en lugar de contar con motores ya probados de otros fabricantes. El consorcio fabricante del motor está controlado por la francesa Safran junto a la alemana MTU, la británica Rolls Royce y la española ITP. El proveedor del software es también alemán. La homologación de los motores ya retrasó la producción del conjunto del avión dos años.