Indra lideró ayer los números rojos del Ibex al cerrar la sesión con una caída del 7,17 por ciento tras anunciar el lunes al cierre del mercado unas pérdidas de 20 millones de euros en el primer trimestre, así como su decisión de suspender el pago del dividendo. El presidente Fernando Abril-Martorell aseguró que la medida respondía al resultado negativo cosechado para el conjunto de año. La firma distribuyó el pasado año un dividendo ordinario de 0,34 euros brutos por acción, correspondiente al resultado de 2013. Al cerrar el pasado ejercicio con un resultado negativo, la única opción de la compañía era retribuir a los accionistas con un dividendo con cargo a reservas, algo que se ha optado por no hacer. Indra ha justificado las pérdidas de inicio de este año, frente al beneficio de 31 millones de euros del ejercicio anterior, por los sobrecostes en proyectos específicos en Brasil y Lituania y la estacionalidad del negocio de procesos electorales, que supusieron 6,7 puntos porcentuales de esta caída. Indra también ha anunciado un recorte del 10 por ciento de la plantilla en Brasil, unos 600 trabajadores.