El ministro Di Pietro, decisivo para la estabilidad del ejecutivo, mantiene el veto a la fusión con AbertisBarcelona. Firmeza. Eso es lo que ha manifestado el ministro italiano de Infraestructuras, Antonio Di Pietro, al referirse a la respuesta que ha dado a la Comisión Europea sobre la fusión entre Autostrade y Abertis. Con tra la opinión de sus compañeros de ejecutivo, Di Pietro ha logrado mantener su postura y defender el veto a esta operación.Ayer, el ejecutivo que lidera Romano Prodi, envió una carta por vía diplomática al comisario euroepo de Mercado Interior, Charlie McCreevy. En la misiva se responde a la petición de infomación que relizó en agosto este comisario sobre el motivo por el que una empresa del sector de la construcción no puede tener una participación en el capital de la con cesionaria de autopistas Autostrade.Según adelantó el propio Di Pietro, la carta argumenta que las concesiones de autopistas que gestiona Autostrade están sujetas a la legislación italiana, que impide la presencia de constructoras en el capital de las sociedades concesionarias. También indica, que la concesión data del año 2002 y que fue aprobada por el gobierno italiano en una reunión del Consejo de Estado, por lo que lo que Bruselas no tiene competencia al respecto.Ganar tiempoLa tesis del ministro italianao no difiere mucho de las explicaciones que ya ha dió dutrante el mes de agosto. Sin embargo, su postura se ha endurecido respecto a la comisaria europeade Competencia, Neelie Kroes. Di Pietro aseguró que Kroes no tiene nada que decir sobre la fusión entre Abertis y Autostrade. Lo que no está dispuesto a admitir es que los accionistas de Autostrade, la familia Benetton, puedan utilizar esta concesión para vender la y sacar unas plusvalías que rondarían los 1.000 millones de euros. Di Pietro considera que Autostrade puede ser una empresa privada, pero sus activos )las autopistas) son del Estado. Por eso, la última decisión es del gobierno.Según esta teoría, Autostrade, si quiere fusionarse con Abertis, debería devolver la concesión al Estado y luego, una vez fusionada, volver a concursar por esta concesión. Para frenar la fusión, Di Pietro se ha acogido a la normativa italiana que impide la presencia de empresas constructoras en el capital social de las concesionarias. En Abertis está presente la constructora ACS, que preside Florentino Pérez. Autostrade ataca a ProdiPor otra parte, el Consejo de Administración de Autostrade acordó ayer encargar a un equipo legal que evalúe y determine "todas las acciones de tutela oportunas" ante la negativa del Gobierno italiano a la fusión con la española Abertis, aunque se seguirá buscando un acuerdo con éste. El consejo de la compañía italiana aprobó también los resultados de la empresa durante el primer semestre de este año, durante el que el beneficio neto bajó un 2,3%, para situarse en 290,6 millones de euros y los ingresos subieron un 8,1%, hasta 1.499 millones. Además, ha conferido al presidente, Gianmaria Gros-Pietro, "los poderes para que busque un acuerdo con el Gobierno italiano" y con el ente público que tutela la concesión de la autopistas (Anas).