Jean-Martin Folz, actual primer ejecutivo del grupo automovilístico, dejará el cargo en 2007 por jubilaciónmadrid. El primer ejecutivo del grupo automovilístico francés PSA, Jean-Martin Folz, comunicaba ayer a Thierry Peugeot, presidente del Consejo de Vigilancia, que quiere ejercer su derecho de jubilación en el próximo mes de enero, cuando cumplirá los 60 años de edad. Folz dejará así el cargo previsiblemente a comienzos del próximo año, cuando el Consejo de Vigilancia tenga designado a un nuevo presidente y lo sitúe en el puesto, supuestamente en el primer trimestre del ejercicio.Jean-Martin Folz es presidente de PSA Peugeot Citroën desde 1997, y bajo su mando el grupo ha mantenido siempre una política de separación de las dos marcas que lo integran, bajo el lema "Un grupo, dos marcas". Hasta el año pasado PSA se mantuvo como octavo grupo automovilístico mundial y tercero europeo por detrás de DaimlerChrysler y Volkswagen.Situación actualPSA Peugeot Citroën no atraviesa uno de sus mejores momentos. Folz abandonará la compañía en un momento en que su directiva y accionistas han visto bajar tanto sus cifras de venta como los resultados económicos. Los datos más actualizados presentados por la multinacional gala, correspondientes al primer semestre de este ejercicio, muestran unos beneficios netos de 303 millones de euros, lo que supone una caída del 59 por ciento sobre el mismo periodo del año anterior, cuando había ganado 752 millones de euros.Pero la "Era Folz" esta resultando ser productiva y bastante positiva en términos generales. El grupo galo ha conseguido mantener su posición en el ránking mundial de compañías automovilísticas, con un crecimiento continuo y sostenido en gran parte de los ejercicios.Durante los últimos años de esta etapa el grupo ha puesto en marcha diversas estrategias de colaboración industrial, entre las que destaca la de vehículos comerciales con el Grupo Fiat, una de motores con el fabricante alemán BMW o el proyecto conjunto con Toyota para la producción de los Citroën C1, Peugeot 107 y Toyota Aygo.Además, a pesar de los úlitmos resultados financieros, lo cierto es que las cifras globales del grupo han ido en aumento, tanto las ventas mundiales del grupo (1,76 millones de unidades en el primer semestre de 2006) como su cifra de negocio, de 29.093 millones de euros. Asuntos pendientesSin embargo, parece ser que a Folz se le juntó su momento ideal de retiro con una situación complicada para la industria mundial del automóvil y para su propia compañía. La gran mayoría de las marcas han acusado en sus cuentas el aumento de los precios de las materias primas, empezando por el propio grupo galo, que por estos incrementos desmbolsó 250 millones en la segunda mitad de 2005, que son 44 más que en el primer semestre de ese ejercicio.Además, con la excepción de las marcas de lujo (sobre todo las alemanas) y algunas asiáticas, a las ramas comercial de las firmas les resulta muy costoso arrancar unas décimas de crecimiento al mercado. PSA redujo sus ventas en los mercados del Viejo Continente, donde están los más importantes, un 2,5 por ciento. Por ello, en el ámbito comercial la compañía tiene como asignatura pendiente mejorar sus resultados en Europa Occidental, donde están sus mercados más rentables y los que le pueden devolver la estabilidad financiera.El nuevo presidente que designe el Consejo de Vigilancia tendrá que continuar la reestructuración industrial que está llevando a cabo Folz, cuya principal medida es el cierre de la planta que el grupo tiene en Ryton, Reino Unido, debido a los altos costes de producción en ese país.El último movimiento industrial lo protagoniza el 207, cuya producción se reduce en Francia y España para dar prioridad a las instalaciones que el grupo tiene en Eslovaquia.