Con 185 millones, convertirá la basura en querosenoAbengoa ha logrado un nuevo hito en su estrategia industrial en el sector de biocombustibles con la adjudicación de un contrato para construir su primera biorrefinería en Nevada (EEUU). Se trata de un encargo de 185 millones de euros (200 millones de dólares) para que el grupo español levante una planta en Reno (Estado de Nevada) que usará residuos sólidos urbanos -basura- para producir combustible para aviones. Hasta ahora, Abengoa había anunciado que trabajaba también para convertir en biocombustible para transporte la basura de la ciudad de Sevilla, aunque el proyecto estadounidense será finalmente el primero de este tipo que acometa la empresa andaluza. El contrato supondrá la construcción, llave en mano, para el cliente Fulcrum Bioenergy, de una instalación que producirá 37.800 toneladas de queroseno al año (ó 10 millones de galones, en la unidad que se utiliza en EEUU). Esta cantidad sería suficiente para llenar 270 depósitos como los que lleva un Airbus A330, por ejemplo. El grupo español destacó ayer que el proyecto creará 500 empleos durante la fase de construcción, y otros 100 durante la operación. Abengoa emplea a 4.000 personas en EEUU, una cifra que supone un 17 por ciento más respecto a hace dos años. También en este país, la división de biocombustibles de Abengoa explota en Texas una de las primeras plantas del mundo que utiliza restos vegetales, y no cultivos alimenticios, para hacer biofuel.