Urdangarin dice que la culpa de las irregularidades es de las AdministracionesEl proceso de embargo de la Infanta Cristina de Borbón ya está en marcha. El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, José Castro, ha iniciado los trámites para que la hermana del Rey y otros de los acusados en el caso Nóos entreguen una relación de bienes con los que responder a las fianzas de responsabilidad civil que pesan sobre ellos. La Infanta Cristina dispone así de tres días para entregar una relación de cuentas corrientes, depósitos, activos financieros y bienes inmuebles después de no haber podido hacer frente a los 2,69 millones de euros que le impuso como fianza el pasado 22 de diciembre. Cantidad pendiente A esa cantidad habría que restarle, no obstante, los 587.413 euros que Cristina de Borbón depositó ya en la cuenta del juzgado el pasado mes de diciembre como caución por su responsabilidad civil subsidaria - no como autora en grado de cómplice-, por lo que el embargo se reduciría a 2,1 millones. La hermana del Rey está acusada de una presunta responsabilidad pecuniaria como "cooperadora necesaria de dos delitos contra la Hacienda Pública" cometidos por su marido, Iñaki Urdangarin. Ni ella ni 14 de los 17 imputados -incluido el propio Urdangarin- pagaron la fianza. Los únicos que sí consignaron las cantidades exigidas fueron Mercedes Coghen y José Luis Ballester -152.000 y 52.601 euros, respectivamente-, por lo que tan sólo se han depositado 204.601 euros de los 61,3 millones de euros exigidos en total. En su escrito de defensa, Iñaki Urdangarin, descarga por otro lado en la Administración las presuntas ilegalidades cometidas en la contratación del Instituto Nóos para la celebración de unos eventos por los que la entidad cobró hasta 6,2 millones. Según dice, Nóos no tuvo "margen negociador" con las instituciones baleares, valencianas y madrileñas. Urgangarin niega además que Aizoon, la sociedad cuya titularidad comparte al 50 por ciento con la Infanta, fuese una entidad "aparente o simulada" para defraudar a Hacienda y dice que sus empleados tampoco eran ficticios, sino que se dedicaban al teletrabajo.