Su huida y la de los March dan un giro radical al accionariado de la constructoraHace cuatro años, el capital de ACS estaba dominado por la familia March y los empresarios Alberto Cortina y Alberto Alcocer, conocidos como los Albertos. Controlaban a través de Corporación Financiera Alba y de Corporación Financiera Alcor, el 23,3 por ciento y el 13,8 por ciento de las acciones del grupo, respectivamente. Inversiones Vesan, del presidente Florentino Pérez, quedaba en tercer lugar, con el 12,5 por ciento. Hoy, la participación del también presidente del Real Madrid se mantiene inamovible. Sin embargo, los March y los Albertos han ido deshaciendo posiciones progresivamente hasta desprenderse, en conjunto, de más del 18 por ciento de las acciones. En paralelo, Southeastern ha vendido el 6,4 por ciento. Los Fluxá, conservan el 5,6 por ciento. De esta forma, el accionariado de ACS se ha dado la vuelta completamente y los accionistas mayoritarios ya sólo tienen el 29 por ciento, cuando hace unos años acaparaban el 61 por ciento. El último movimiento descubierto lo ha protagonizado Alcor, que al cierre de 2014 controlaba el 7,09 por ciento del capital, frente al 7,56 por ciento de un año antes. Esta dilución se explica, por una parte, del scrip dividend que entregó ACS el año pasado -los Albertos lo cobraron en efectivo- y, por otra, de la venta de alrededor de 1,4 millones de títulos. Según publicó ayer Vozpópuli, su participación, de hecho, ha seguido reduciéndose en los primeros meses de 2015 hasta rebasar por poco el 6 por ciento. En la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sigue figurando que ostenta más del 9 por ciento. Los March también se han movido en este inicio de curso y han vendido 4,1 millones de acciones representativas del 1,3 por ciento del capital de ACS, tal y como informó Capital Madrid. La familia mallorquina posee ahora el 12,57 por ciento de la constructora, con lo que prácticamente está empatada con Florentino Pérez como primer accionista (12,52 por ciento). Estas ventas han propiciado suculentas plusvalías para los inversores, pero, además, esconden el descontento latente entre los Albertos y los March con la gestión del actual presidente. El detonante fue el fallido asalto a Iberdrola que ha generado millonarias minusvalías para la compañía y que llevó a suspender el dividendo hace dos años. En el caso de los primos, aquella decisión supuso un duro golpe ante las necesidades de liquidez para hacer frente a sus deudas. Con menos del 7 por ciento de las acciones, cabe esperar que la presencia de los Albertos en el consejo de administración de ACS se vea reducida. En la actualidad tienen tres asientos, que los ocupan Javier Monzón, Javier Echenique y Manuel Delgado, mientras que Alba y Vesan sólo ocupan dos sillas cada uno. Una de ellas es la de Florentino Pérez, que aunque hace un año anunció que su sustituto al frente de la compañía será Marcelino Fernández Verdes, la próxima junta le revalidará por cuatro años más.