El cambio de imagen de Amena amenaza con una lluvia de anuncios de las operadorasSANTANDER. Las mentes lúcidas de la publicidad sabrán perfectamente lo que se hacen. Pero no deja de sorprender el hecho de que se vayan a ir solapando en los próximos meses lanzamientos de marcas nuevas algunas de las cuales responden a cambios de identidad comercial de compañías que sí tienen red. Los clientes no van a saber si tras un nombre nuevo están las antenas de Movistar, Vodafone o Amena. Ésta última precisamente pasará a llamarse Orange y cambiará su color verde por naranja en los primeros días de octubre. Xfera, que mucha marca no es que haya creado en España por no haber operado aún, está buscando su nueva denominación. Mucho dinero invertido intensivamente en un mismo periodo de tiempo con una efectividad en los clientes que se va a ver mermada por la simultaneidad de las campañas. Los operadores establecidos tienen la ventaja de su capacidad de compra de terminales, que se traduce en mejores precios de adquisición.Unas redes de distribución establecidas, la pertenencia a gigantes del sector y el apoyo en innovación de las matrices. Esas cosas son las que van a ser clave para que los nuevos tengan éxito. En el caso de The Phone House, una cadena de distribución de telefonía multimarca procedente del Reino Unido con la que Amena ha firmado el primer acuerdo para alquilar su red, tiene la ventaja de su red de distribución para captar clientes y además algo no menos importante: un servicio propio de reparación de terminales así como centros exprés de solución de problemas. Porque The Phone House se dedica a eso y ya daba servicio alquilando la red a otros operadores en otros países de Europa. Tiene capacidad y masa para que los terminales de sus clientes le salgan a mejor precio que a quien no pueda pedir una cantidad mayor. Su intención, es dirigirse a segmentos de mercado muy concretos, aseguró ayer Belarmino García, consejero delegado de France Télécom España.