Frente al contundente "porqué no te callas" del Rey don Juan Carlos cuando el incidente con Hugo Chaves en la Cumbre Iberoamericana de Santiago, contrasta hoy la hasta ahora tibia respuesta del Gobierno de Mariano Rajoy al desafío contra España y sus empresas de ese Tirano Banderas de Caracas, cuyos méritos residen en su apostolado como el monaguillo del visionario bolivariano y que de Maduro solo tiene el nombre. Un gobernante al más puro estilo bananero que ante la contestación interna por los tintes dictatoriales de su régimen, no duda en utilizar la mas dura represión y el manido recurso a buscar en España el enemigo externo al que acusar de unas revueltas que sólo han provocado su despotismo y falta de respeto, por desprecio o desconocimiento, a las libertades públicas e individuales, al Estado de Derecho y a la normas internacionales. Esta es la cara real de ese Socialismo de Siglo XXI que se inventó Hugo Chaves, y que él mismo definió en ese mensaje de "patria, socialismo y muerte" cuyos tintes mesiánicos recuerdan demasiado al fanatismo y la sinrazón de algunos personajes de nuestra reciente historia, de cuyo nombre, como del de ese lugar manchego cervantino, tampoco yo quiero acordarme. Y esa es la cara real también de la Venezuela que admiran Pablo Iglesias y Podemos y a la que asesora su amigo Monedero con espléndidos resultados para su particular cuenta corriente. Pero lo que resulta aún mas sorprendente es que el Gobierno español se haya limitado sólo a poner en alerta al CNI, nuestra CIA particular, y a advertir del riesgo de expropiaciones a nuestra empresas. Tibia respuesta cuando entre el estamento empresarial español y también en la ciudadanía son muchos los que se preguntan ¿porqué no haya llamado a consultas al embajador venezolano?, ¿porqué nadie desde La Moncloa ha contestado a Maduro como se merece? y, sobre todo, ¿porqué sigue durmiendo el sueño de los justos ese Sistema de Inteligencia Económica (SIE) que prevenga y proteja los intereses españoles en el exterior? Nos lo expliquen.