El juez impone un depósito de 4,3 millones a otros 21 exconsejeros de BankiaEl juez avanza en las resoluciones sobre el escándalo de las tarjetas opacas de Caja Madrid y Bankia. El magistrado de la Audiencia Nacional ha impuesta a otros 21 consejeros de la entidad una fianza conjunta de 4,3 millones de euros, que suma a las fijadas a finales del año pasado a los expresidentes Miguel Blesa y Rodrigo Rato. Todas ellas suman un total de 23,3 millones, un 50 por ciento sobre el dinero que gastaron irregularmente los más de 80 directivos y administradores del grupo, hoy nacionalizado. Eso sí, no todos han podido responder con la misma suerte. Así, mientras Rato consiguió depositar los 3 millones solicitados gracias a un aval del Sabadell, Blesa se ha tenido que enfrentar a un embargo de sus bienes al no conseguir los 16 millones pedidos. Las nuevas fianzas dictadas por el magistrado afectan a la mayor parte de los exconsejeros y directivos que han declarado este mes en la Audiencia Nacional. Sólo se han librado, el exvicepresidente, José Manuel Fernández Norniella, además de Arturo Fernández, Gonzalo Martín, Guillermo Marcos, Juan José Azcona y Javier López Madrid. Devuelto sólo el 7,5% Algunos de éstos, como Norniella y Fernández, han devuelto el dinero que gastaron irregularmente con las visas black, al igual que el que fuera gestor del sistema opaco, Ildefonso Sánchez Barcoj, al que el juez atribuye como responsable en el auto de ayer. En total se han reembolsado 1,1 millones, el 7,5 por ciento del total. Los 21 consejeros afectados por la decisión de ayer tienen tres días para depositar el dinero en la Audiencia Nacional por la existencia de indicios de un delito de apropiación indebida. De lo contrario, se les embargará los bienes. La cuantía se ajusta al perjuicio individual ocasionado a la entidad más un tercio permitido por la legislación. El juez sostiene que "como miembros del consejo de administración usaron y consintieron el uso de las tarjetas mencionadas, así como el gasto que las mismas generaban, que era además contabilizado de forma encubierta para evitar el control de los auditores y de los órganos supervisores". El magistrado hace referencia que la Ley de Cajas impedía a los consejeros a percibir una retribución distinta a las dietas por las reuniones del órgano rector. En el auto, Andreu indica que los consejeros declararon en su testificación como imputados distintas versiones sobre el uso que podían dar con las visas black, que se disparó y se descontroló tras la llegada de Blesa a la presidencia de Caja Madrid en 1996. Pero, acto seguido, destaca que "un somero examen de los apuntes" deja claro que no se utilizaban para sufragar gastos de representación, al existir cargos durante fines de semana, en artículos y productos ajenos, a tal fin o los reintegros de dinero en efectivo. Considera el magistrado, asimismo, que "no es de recibo que distintos consejeros hayan manifestado que nadie les llamó la atención" porque la simple condición de vocal presupone el conocimiento de que no puede entender como "aceptable" la entrega de una tarjeta para uso discrecional, para gastos personales o como remuneración sin necesidad de justificar. Sobre este punto, sentencia Andreu, fue determinante la versión del exconsejero de Bankia, Francisco Verdú, que rechazó la utilización de su tarjeta al ser una "mala praxis".