La inmobiliaria necesitaba un préstamo adicional de 150 millones de euros para la refinanciación de su deuda. Sin embargo, Martinsa no ha conseguido todavía quién le financie y se ha visto obligada a pedir una prórroga hasta el 7 de agosto. Este préstamo adicional era una condición estipulada en el contrato que la empresa firmó en mayo con 45 entidades bancarias para poder hacer frente a una deuda que asciende a más de 4.000 millones de euros. Mientras tanto, el Instituto de Crédito Oficial (ICO) ha reabierto la posibilidad de concederle una financiación (ver pág. 5). Martinsa bajó un 33,83 por ciento, lo que supone una pérdida de 462 millones de euros sobre su capitalización.