Un consejero de Caja Madrid lo recoge en un recurso a su imputaciónLos 82 beneficiarios de las tarjetas opacas de Caja Madrid y Bankia han empezado a recurrir su imputación por los presuntos delitos de apropiación indebida y administración desleal, dictado por el juez de la Audiencia Nacional la semana pasada. Los primeros en hacerlo han sido los sindicalistas Rodolfo Benito (Comisiones Obreras) y Rodolfo Martín Pascual (UGT), según los escritos a los que ha tenido acceso este periódico. Los argumentos de defensa ponen el foco en que el sistema de las visas era conocida tanto por las instituciones a las que representaban, los organismos supervisores, el auditor y los órganos de la propia entidad. Benito explica que cuando fue nombrado consejero de la caja, en 2003, el exdirector general Ildefonso Sánchez Barcoj le entregó la tarjeta y le explicaron en su momento que el sistema era "conocido y avalado" por los órganos competentes, es decir, la comisión de retribuciones de la entidad, la comisión de control, la asamblea general y los auditores (Deloitte), "que anualmente revisaban las cuentas", además del Banco de España y la CNMV. Y añade que "existía un control tanto interno como externo respecto a la autorización de las referidas tarjetas, así como de los gastos generados por las mismas". Benito sostiene en su recurso que sólo tenía esta tarjeta, al igual que Martín Pascual, a diferencia de los directivos, que poseían también una visa para gastos de representación. Martín Pascual no llega a apuntar hacia los supervisores y el regulador, pero en su escrito de defensa indica que tanto UGT Madrid como CCOO Madrid y el PSM (Partido Socialista de Madrid) conocían la existencia de las tarjetas. "Estaban perfectamente al tanto", indica el sindicalista. Martín Pascual fue nombrado consejero en 2003 gracias a la candidatura presentada por estas tres instituciones. Asegura que el encargado de entregarle esa visa fue el exsecretario Enrique de la Torre.