El fallecido Lara anunció nuevas compras en España y el extranjero tras dos años de desinversiones por la deudaJose Manuel Lara Bosch, que falleció el sábado con 68 años tras una lucha titánica contra el cáncer de páncreas, tenía muchos planes para el Grupo Planeta, fundado en Barcelona en 1949. El que hasta hace dos días era el presidente del gigante mediático aseguró en octubre, tras la entrega del famoso Premio Planeta, que su grupo había recuperado "la capacidad inversora" por lo que estaban analizando posibles operaciones tanto en España como en el exterior. Unos planes que ahora tienen que retomar sus herederos (todo apunta a que el futuro del grupo estará en manos de José Crehuras y los hijos de Lara Bosch) y que suponen la vuelta al espíritu inversor de la editorial, que en los últimos años se ha visto obligada a vender activos para poder hacer frente a su elevada deuda, que logró refinanciar in extremis en 2013 gracias al Banco Santander y al Banco Sabadell, del que era vicepresidente y accionista. El Grupo Planeta vendió en 2012 el 55 por ciento del capital que tenía de la colombiana Casa Editorial El Tiempo por 165 millones, lo que le generó unas plusvalías de 63,9 millones. Esa venta, necesaria para afrontar los vencimientos de la deuda, supuso un paso atrás en la vocación latinoamericana del gigante de la comunicación. A su vez, el conglomerado se había visto obligado a poner en venta su participación de Zed Worldwide, la compañía española líder a nivel mundial en desarrollo de contenidos para móviles, aunque parece que finalmente no lo ha vendido. El imeperio mediático despide así a su capitán en medio de la puesta en marcha de un plan de compra y adquisiciones que ya le llevó a hacerse con el cien por cien de Círculo de Lectores en junio de 2014 para "afrontar con una mayor garantía de éxito los actuales retos que plantea un mercado en constante transformación". El Grupo Planeta le compró el 50 por ciento que no poseía a la alemana Bertelsmann que poco antes había adquirido los sellos literarios de Santillana (Alfaguara, Taurus...) por 72 millones para crecer en América Latina. También queda en el aire la entrada de Jose Manuel Lara en el accionario del Periódico de Catalunya. A finales de noviembre de 2014, el presidente del grupo Zeta, Antonio Asensio Mosbah, anunció que mantenía "negociaciones avanzadas" con Lara por las que éste se haría con un 23 por ciento del citado diario y ocuparía dos asientos en el consejo. La compra, que no levantó demasiadas alegrías en el entorno del grupo Godó (La Vanguardia), la iba a realizar Lara de forma personal con el objetivo de dar un balón de oxigeno al grupo Zeta y, de paso, lograr un equilibrio editorial con el independentismo. Lara, que en todo momento mostró su interés por mantenerse al frente de sus negocios a pesar de su enfermedad, dio por finiquitada la crisis de su empresa en una de sus últimas apariciones públicas al asegurar que en 2014 habría "una mejoría en los beneficios de todas sus áreas de negocio", desde los libros hasta los medios del comunicación. En concreto, las ramas más rentables son la de edición para la enseñanza a distancia, que ya cuenta con 80.000 alumnos, y la televisión. Además, el que fue el II Marqués de El Pedroso de Lara aseguró que ya había estabilizado su deuda de 700 millones de euros (en 2013 amplió los vencimientos hasta 2018). Con estos mimbres, que muestran un cambio de tendencia con respecto a los resultados presentados por Planeta Corporación en 2012 (las ventas cayeron un 16 por ciento y el resultado de explotación se redujo un 38 por ciento), el grupo está listo para volver a crecer y recuperar la política de hijo del fundador. Lara Bosch convirtió la editorial en un gran grupo multinacional, conservando la estructura de capital íntegramente familiar, y lo llegó a situar entre los ocho primeros grupos editoriales del mundo occidental y en uno de los grandes grupos líderes de España con unos 1.700 millones de facturación al año, que llegan a los a casi 3.000 millones consolidando la televisión. Espíritu inversor Desde su llegada a la presidencia del grupo en 2003 tras el fallecimiento de su padre, José Manuel Lara Bosh, casado y con cuatro hijos, hizo llegar el imperio a 25 países con un centenar de sellos editoriales, venta directa de enciclopedias, comercialización de fascículos coleccionables, distribución cinematográfica y de contenidos audiovisuales, formación para profesionales y venta a distancia. La carrera de compras de editoriales la protagonizan adquisiciones como la de Paidós, Minotauro, Grup 62, Círculo de Lectores, cuya guinda llegó en 2008 cuando compró Editis, segundo grupo editorial francés, con más de 40 sellos. El grupo Planeta invirtió 1.000 millones en esa operación, una factura que le ha costado mucho digerir. Hoy el Grupo Planeta tiene un catálogo con 15.000 autores y publica 130 millones de libros al año. A finales de los 90, después de haber rechazado una oferta para vender el grupo, Planeta apostó por las inversiones en medios de comunicación y la diversificación en productos culturales. En 2003, coincidiendo con la salida a bolsa de Antena 3, Planeta, con José Manuel Lara Bosh al frente, adquirió la participación de Telefónica y actualmente gestiona más de 40 por ciento de la cadena de televisión gracias a su alianza con De Agostini. Desde 2003 presidía además Atresmedia, que actualmente incluye cinco canales de televisión y dos emisoras de radio. La llegada de Planeta al accionariado de Antena 3 supuso un punto de inflexión para el grupo que en 2004 logró salir de los números rojos y este año cumple 25 años como uno de los principales grupo audiovisuales de España. A su vez, Planeta se convirtió en accionista de referencia del diario La Razón, invirtió durante años en el catalán Avui y compró Prisma Publicaciones, editora de revistas como Lonely Planet Traveller, Interiores e Historia y Vida, entre otras. Siempre que cerraba una adquisición, Lara aseguraba que las empresas "tenían alma" por lo que nunca trató de cambiar las líneas editoriales de las mismas aunque fueran contrarias a sus intereses. Así pasó con Avuí y así pasa con La Sexta, que mantiene su posicionamiento de izquierdas. No en vano, las tertulias políticas de la cadenas han dado a conocer al actual líder de Podemos, Pablo Iglesias. Más allá del mundo cultural -el grupo también está presente en la distribución cinematográfica y de contenidos audiovisuales-, José Manuel Lara invirtió en otros negocios, como la aerolínea Vueling, a través de Inversiones Hemisferio. Además de su espíritu emprendedor, José Manuel Lara fue uno de los pocos empresarios catalanes que manifestaron públicamente su rechazo a una eventual independencia de Cataluña y que incluso amenazó con trasladar su compañía ante una secesión, palabras que matizó poco después. Lara, que mantenía unos fuertes vínculos con Andalucía, de donde era su padre, nunca tuvo reparo en expresar abiertamente su reticencia y preocupación por el proceso soberanista catalán, un debate que, en su opinión, ha logrado dividir a la sociedad catalana, pese a que todos saben, sostenía, que "la independencia de Cataluña es imposible". Lara, que llevó Planeta al futuro, no siempre quiso ser editor. El empresario, que perdió a su hermano Fernando en un accidente de coche en 2005, renunció a estudiar urbanismo por llevar la empresa familiar a lo más alto. Cursó estudios de Ciencias Económicas en la Universidad de Barcelona y es máster en la escuela de negocios ESADE. Inició su carrera profesional en el año 1963 en la Librería Larousse de París, pasando a ocupar, posteriormente, diferentes responsabilidades dentro de la estructura y de las empresas de Planeta, tanto en España como en América Latina. Fue también miembro de la junta directiva del Instituto de la Empresa Familiar y de los consejos de administración del Banco Sabadell Atlántico y Grupo Zed. Asimismo, es patrono de la Fundación Carolina y de la Fundación Camilo José Cela. Ha sido presidente del Instituto de la Empresa Familiar, del Círculo de Economía y de Uteca. En 2007 la Generalidad de Cataluña le concedió la Creu de Sant Jordi. El 13 de agosto de 2009 dejó de ser el máximo accionista del Real Club Deportivo Español, vendiendo su paquete de acciones a un grupo inversor liderado por Ramon Condal. También fue presidente del equipo del fútbol.