El Frob no ha decidido quién pagará a los accionistas y Andreu estudia una fianzaLa incertidumbre judicial y la falta de entendimiento con el Frob han llevado a Bankia a retrasar la presentación de sus resultados del ejercicio pasado, una decisión tan insólita como prudente. El consejo de administración del grupo nacionalizado ha preferido aplazar la aprobación de sus cuentas, que iban a ser desveladas el lunes a primera hora, a la espera de que el fondo de rescate indique quién indemnizará a los accionistas que acudieron a la salida a bolsa, en 2011, después de que los peritos judiciales concluyeran que la operación se realizó con las cuentas falseadas y su precio se infló. La entidad tiene de plazo hasta finales de febrero para informar de sus resultados. Bankia ha propuesto al Frob diferentes alternativas y escenarios con el fin de reducir al mínimo posible el coste para la firma cotizada, que podría suponer un cambio en la estrategia de dividendos que había diseñado para el presente ejercicio con cargo a los beneficios de 2014, por una posible reducción de las ganancias como consecuencia de la realización de un colchón de provisiones. Aunque en la salida a bolsa Bankia captó 3.100 millones, el dinero que tendría que devolver se desconoce a ciencia cierta. Podría ser menor si los inversores institucionales rechazan reclamar los recursos que destinaron a la OPV (1.250 millones), pero podría ser mucho mayor si se acepta los accionistas que compraron acciones después de la operación y sufrieron pérdidas. El grupo presidido por José Ignacio Goirigolzarri quiere que sea su matriz BFA -cien por ciento del Frob- lz que asuma el coste de las indemnizaciones, porque no provocaría un agujero en la entidad cotizada y porque el holding cuenta con un exceso de capital de unos 5.000 millones, entre ellos los 1.300 millones logrados con la venta del 7,5 por ciento de la entidad a principios de 2014. BFA controla el 62 por ciento de Bankia. Además, el dinero de las indemnizaciones no se entendería como nuevas ayudas públicas, ya que el Frob no pondría dinero nuevo. Supondría, en cambio, una recuperación más lenta de las ayudas a través de la devolución vía dividendos de BFA al fondo de rescate público. Éste choca con las pretensiones del equipo liderado por Goirigolzarri. La institución dependiente del Ministerio de Economía pretende que una parte de las indemnizaciones las asuma Bankia. Distintas fuentes sostienen que se trataría de un tercio del total de la factura. El resto sería costeado por BFA, que se nutriría en caso necesario de los dividendos que repartiría Bankia, por los ingresos por ventas de algunos activos y de la participación en la entidad cotizada. Sobre la mesa también también se encuentra la propuesta de que una parte de las indemnizaciones a los accionistas se abonaría en acciones de la propia Bankia, con el fin de reducir el coste en efectivo. En el grupo financiero sostienen que hay que dar certidumbre a los mercados y tener clara la hoja de ruta para firmar las cuentas de 2014, ya que prevén un aumento espectacular de las demandas por la vía civil por parte de los afectados para los próximos meses. Ya ha habido algunas sentencias condenatorias tras los informes de los peritos, que se suman al centenar que se habían dictado en los últimos años. Pero, en el horizonte cercano se atisba una probable fianza por parte del juez de la Audiencia Nacional. El 9 de febrero ha convocado a todas las partes del caso para dilucidar la imposición de un depósito, que podría llegar a 4.100 millones, para cubrir los daños, a exconsejeros y a la propia entidad.