Syriza, el partido radical de izquierdas griego que ha prometido terminar con cinco años de "austeridad catastrófica", según dijo su líder, Alexis Tsipras, fue recibido, tras su victoria electoral del domingo, con la mano tendida precisamente por los responsables de lo que califica el heleno como "humillación y angustia". Los responsables de Economía del euro y la Comisión Europea felicitaron a Tsipras por su "clara victoria" y prometieron que la Unión Europea continuará al lado de Grecia en los próximos años. Y sobre todo, los socios europeos dejaron la puerta abierta a una revisión de las condiciones del rescate, que suma 193.000 millones de euros en préstamos europeos. La percepción general era "buena" en el Eurogrupo tras la victoria de Syriza, dijo su presidente, Jeroen Dijsselbloem, al concluir la reunión de los ministros de Finanzas del euro, celebrada ayer en Bruselas. No es urgente, según Dijsselbloem Sin embargo, Dijsselbloem dijo al entrar en la reunión que "no parece que haya una gran urgencia" en negociar los términos del rescate. El también ministro de Finanzas holandés dijo que "es muy pronto para saber cuáles son sus ambiciones", en referencia a los griegos. Eso sí, la línea roja continúa siendo una quita sobre el principal de la deuda. Dijsselbloem anunció que habló por teléfono durante alrededor de 15 minutos con "el que creo que será el nuevo ministro de Economía", el economista Yanis Varoufakis. "En términos generales ha sido un buen arranque", comentó Dijsselbloem, aunque no llegaron a discutir " en sustancia". El Eurogrupo ya aceptó en 2012 prolongar los plazos de los préstamos hasta los 30 años, rebajar sus intereses, hasta situarse en torno al 1 por ciento, y posponer el pago de los mismos hasta 2022. Esta mejora de los términos supuso un descuento de alrededor del 40 pro ciento sobre el valor actual, según estimaciones del Mecanismo de Estabilidad Europeo. Ante el cuestionamiento de la sostenibilidad de la deuda griega, que supera el 175 por ciento de su PIB, el Eurogrupo acordó en 2012 estudiar una nueva mejora, siempre que los griegos cumplieran con el programa de reformas incluido en el memorando de entendimiento del rescate, lograran un superávit primario y el análisis concluyera que la deuda es insostenible. Para llegar a niveles sostenibles, el FMI estimó en 2013 que Grecia debería ver su deuda pública aligerada un 4 por ciento para 2020 y un 3 por ciento adicional para 2022. Espacio para alargar vencimientos Según explican fuentes europeas, todavía habría espacio para alargar más el vencimiento de los bonos, para rebajar más el pago de intereses y suspender su abono durante un plazo adicional. Según estima el laboratorio de ideas Bruegel, la abolición de los 50 puntos básicos adicionales sobre el euribor que se carga Grecia en los préstamos no tendrían un coste adicional para los socios europeos, pero implicaría un descuento del 17 por ciento del PIB para el país en los próximos 35 años. Tras meses de oposición, caracterizados por la animadversión contra la troika y Bruselas, los europeos esperan los mensajes de Tsipras en la Jefatura de Gobierno. Se discute un nuevo programa de ayuda La prioridad para el Eurogrupo es la discusión sobre un nuevo programa de ayuda para los griegos, en forma de una línea de crédito con condiciones. Ésta es la apuesta de los socios europeos, que quieren evitar turbulencias tras la conclusión del rescate griego, que terminó el pasado diciembre pero se ha prorrogado hasta el 28 de febrero para terminar las últimas reformas aún por cerrar. Para acordar esta línea de crédito y cerrar la última ronda de reformas (que desbloquearía los 1.800 millones finales del rescate actual), los socios europeos y Atenas deberán acordar con probabilidad una nueva prórroga del salvamento, que en discusiones previas apuntaba hasta los seis meses. Sin embargo, Dijsselbloem dijo que este tema se mantiene "en espera", ante un Gobierno heleno que no quiere más austeridad. Sin la conclusión de esta ronda final de ajustes, esta apertura inicial hacia el nuevo Gobierno heleno se cerrará con un portazo.