Las medidas del BCE son viento a favor para una España elogiada por sus avances en PIB y empleo Los estímulos monetarios recién lanzados por el Banco Central Europeo (BCE) suponen un fuerte viento a favor para las economías europeas y alejan el fantasma de la deflación. Según los expertos consultados por elEconomista, la liquidez que va a inyectar será especialmente buena para la economía española, señalada recientemente por el FMI como la de más potencial en la recuperación. "La principal ventaja del programa es la final reactivación de la demanda vía incremento del crédito, es decir, estimula el crecimiento en la eurozona", señala el profesor de Finanzas Juan Fernando Robles. En el caso español, donde la recuperación está más avanzada que en otros socios europeos, y el empleo acaba de sellar el mejor año desde 2007 según la Encuesta de Población Activa (ver páginas 26 y 27), las medidas del BCE se traducirán, además, en una menor presión sobre el ajuste presupuestario y en una menor carga financiera por los intereses de la abultada deuda, amén de anunciar un aumento del crédito a empresas y familias. Más consumo e inversión La decisión de Mario Draghi de inundar Europa de liquidez tiene efectos sobre todos los componentes de la demanda agregada: incrementará el consumo por la mayor facilidad crediticia y por el aumento de la renta disponible al elevarse el empleo. Aumentará también la inversión al resultar más financiable y al generarse mayores expectativas de crecimiento. En opinión de Rafael Pampillón, economista del Instituto de Empresa y catedrático de la Universidad San Pablo-CEU, este tipo de efectos van a ser especialmente significativos en países de nuestro entorno y algo más moderados en el caso de España que, con todo, sí va a notar la reactivación económica que el programa traerá consigo. Menos presión para ajustar Disminuirá, como explica el profesor Robles, la presión para recortar gasto público. Incluso podría crecer, debido a las mejores expectativas de recaudación fiscal. "El crecimiento inducido aumentará la recaudación fiscal y la relajación de los intereses el coste de la deuda, luego mejorará tanto el déficit como el déficit primario", indica. Hay que tener en cuenta que el pasivo público escaló hasta el 96,8 por ciento del Producto Interior Bruto en el tercer trimestre del año pasado, superando la media europea. Este hecho posibilitará, a su vez, una reducción del peso que supone el pago de los intereses de la deuda y dará, con ello, algo más de oxígeno a las Administraciones Públicas, a la hora de acometer el necesario ajuste con el que cumplir los objetivos de déficit comprometidos por nuestro país. España está obligada a reducir este ejercicio el agujero de sus cuentas desde el entorno del 5,8 por ciento (al que está previsto que cierre 2014) hasta el 4,2 por ciento. Mejora el comercio exterior Además, la demanda externa se incrementará porque se facilitan las exportaciones al relajarse el tipo de cambio como producto de la expansión monetaria y el descenso de los tipos de interés en los activos denominados en euros. En este sentido, los analistas consideran que la moneda comunitaria aún tiene recorrido a la baja. Como explica el profesor del IEB Miguel Ángel Bernal, la devaluación del euro es un factor clave para la mejora del sector exterior. Algo especialmente importante para Europa, cuya locomotora, Alemania, apoya su crecimiento con fuerza en la palanca exportadora. Al mismo tiempo, España también podrá verse beneficiada notablemente, en tanto que, a causa de la crisis, ha ido derivando la mitad de sus ventas en el exterior a países de fuera de la Unión Europea. De acuerdo con los datos que maneja el Gobierno, algo más del 50 por ciento de las exportaciones españolas se realizan a países ajenos a la moneda común. En este sentido, nuestro país se está viendo favorecido, además, por el fuerte abaratamiento que están registrando el petróleo. El barril de Brent, el crudo de referencia en Europa, ha visto reducirse su precio en más del 60 por ciento desde sus máximos. Efecto inflación Y si el macro-programa de estímulo del Banco Central Europeo va a favorecer las exportaciones, también tendrá un efecto importante sobre las importaciones, que empezarán a encarecerse. Esto, que en otra coyuntura sería negativo, puede suponer un acicate que ayude a corregir, al menos en parte, la caída continuada de los precios que viene registrándose en España. La inflación interanual se sitúa en negativo en nuestro país desde el pasado mes de julio. Crédito a empresas y familias En el caso concreto de España, como explica el profesor Bernal, dado que la economía ya está creciendo, se generará en la banca más capacidad para prestar que en otros países. Sobre todo, indica Bernal, porque al dinamizarse la economía y la actividad se fortalecerá el elemento clave para que las entidades financieras presten dinero: la demanda solvente de crédito, que a estas alturas de la crisis supone, en la práctica, para las entidades financieras un problema mayor que los relativos a la liquidez. El estímulo lanzado por el Banco Central Europeo, indica Robles, se traducirá en mayor crecimiento, más empleo y mayor renta disponible, algo que incentiva la financiación bancaria. Política coherente Además, los expertos consultados por elEconomista señalan que con este golpe de mano del BCE, la estrategia anticrisis ya está completa y por fin se hace coherente el pilar fiscal con el pilar monetario del edificio económico europeo. Indica Robles que el estímulo será más efectivo en los países que hayan establecido una política económica expansiva. Y Bernal añade que para España es un fuerte acicate para el crecimiento siempre que en la política interna no haya movimientos desestabilizadores, en alusión a Podemos. Más medidas estructurales Por todo lo anterior, Rafael Pampillón da la bienvenida a las medidas anunciadas por Mario Draghi, pero recuerda que son iniciativas que "alivian, pero que no curan los problemas estructurales que siguen existiendo en la economía española". Problemas o desequilibrios, como la dimensión del sector público, el hecho de que no se hayan cortado de raíz algunos gastos suntuosos de las Administraciones o la falta de una reforma clara en el mercado de servicios, entre otros. Son pasos necesarios que requieren que nuestro país permanezca alerta y no descuide las medidas pendientes. Habrá que seguir haciendo esfuerzos y no bajar la guardia.