madrid. El primer ministro italiano, Romano Prodi, aseguró ayer que su Gobierno mantendrá la "transparencia" en lo relativo al proyecto de fusión entre la española Abertis y Autostrade y actuará según lo establecido por la normativa europea. Prodi hizo estas declaraciones en la clausura del foro político-económico Ambrosetti, donde subrayó que su Gobierno ha cumplido el deber de "hacer presente las reglas de la concesión a Autostrade". "La concesionaria (Autostrade) tiene obligaciones precisas que debe respetar", dijo, antes de asegurar que el Ejecutivo no se saldrá "nunca" de la normativa europea "ni de la transparencia necesaria según estas reglas". Con estas declaraciones, el primer ministro italiano sale al paso de la carta de advertencia que le mandó la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, sobre la negativa italiana a la fusión de Abertis con Autostrade. Una misiva que cayó como un jarro de agua fría en el Ejecutivo. Hasta el punto que su ministro de Infraestructuras, Antoni di Pietro, tardó poco en responder. "No hemos prohibido ninguna fusión, porque cada uno se puede casar con quien quiera. El problema es la concesión no puede ser entregada como dote porque no le pertenece a Abertis". Con ACS a vueltasEl Gobierno italiano vetó esta operación, entre otras cosas, porque entre los socios de Abertis se encuentra ACS y la ley de ese país prohibe la presencia de constructoras en el accionariado de la empresa concesionaria de autopistas. Si la integración siguiese adelante, ACS tendría un 12,5 por ciento del nuevo grupo. Sin embargo, a la comisaria europea de Competencia este argumento sobre la presencia de ACS le parece poco relevante para que la operación siga su curso. Ahora, Italia tiene que contestar a Bruselas.