La exposición a la bolsa griega es también mínima: sólo el 9% de los fondos tiene acciones helenasEl nuevo año ha empezado con un gran riesgo sobre la mesa: Grecia. Pocos dudan ya de que el vencedor de las próximas elecciones que celebra Grecia el 25 de enero sea Alexis Tsipras, líder del partido de izquierdas Syriza, lo que ha generado no pocas incertidumbres con el el miedo a una quita de su deuda y sobre todo a una salida del euro de Grecia como principales protagonistas. Aunque en los últimos días esas dudas parecen haberse disipado, sobre todo teniendo en cuenta que pocos creen ya que esa victoria de Tsipras sea suficiente como para gobernar en solitario, de producirse ambos acontecimientos se dejarían notar muy especialmente en su mercado de renta fija ya que sacarrearía un fuerte repunte en sus rentabilidades que perjudicaría a los que tengan a día de hoy algún bono griego en cartera. Pero la buena noticia es que el impacto para el pequeño inversor sería casi nulo. ¿Por qué? Porque la forma más habitual que tiene ese inversor de invertir en bonos helenos es a través de fondos de inversión y, según los datos de Morningstar, solo el 5 por ciento de los fondos de renta fija mundiales invierte algo de su cartera en este tipo de inversiones. Una cifra muy alejada del 15 por ciento que lo hacía a finales de 2009, antes de que empezaran los problemas para Grecia. Los afectados Reduciendo el espectro a los productos con exposición a Grecia que se venden en España es sobre todo un fondo el que peor parado saldría en caso de una quita griega. Se trata de ES Euro Bond ya que invierte el 33 por ciento de su cartera en bonos helenos, según los últimos datos de Morningstar, aunque de momento en 2015 consigue limitar sus pérdidas tan solo al 0,45 por ciento. Los siguientes en la lista son Trea Sicav 3G Credit Opportunities y Capital Group Emerging Markets Local Currency Debt, con exposiciones de tan solo el 4 y el 3 por ciento, respectivamente. El hecho de que la renta fija fuese sin duda la más perjudicada no implica, sin embargo, que fuera el único activo en sufrir. Ya se vio con el desplome del 13 por ciento que tuvo el principal índice de Atenas tras conocerse la necesidad de convocar elecciones anticipadas en Grecia. Sin embargo, al igual que sucede con los fondos en renta fija, Grecia tampoco tiene una gran presencia en fondos de renta variable a nivel global. No en vano, el Stoxx 600 solo incluye a seis empresas griegas que ponderan apenas el 0,18 por ciento del índice por lo que no es de extrañar que tan solo el 9 por coento de todos los fondos del mundo de renta variable tengan alguna acción griega en cartera. Una cifra también muy inferior al 17 por ciento de productos que invertían acciones griegas a finales de 2009. En cuanto a los productos con más exposición de los que se venden en España destaca por encima de otros el fondo Generali IS European Recovery Eq B Acc, con un 25 por ciento de su cartera invertida en acciones helenas. No en vano, este producto, lanzado el año pasado, es el único que invierte en exclusiva en países periféricos por lo que no es de extrañar que invierta tanta parte de su cartera en Grecia. En todo caso retrocede tan solo un 2 por ciento en 2015 lo que demuestra una vez más que la diversificación sigue siendo clave en momentos volátiles de mercado. Los otros daños colaterales El impacto directo de una, como poco, reestructuración de la deuda griega sería por tanto muy limitado para el pequeño inversor de fondos ya que, además de la baja exposición que tienen estos productos a bonos o bolsa helena, hay que tener en cuenta que su diversificación de activos les permitiría compensar esas hipotéticas pérdidas con ganancias que obtuvieran de otros. Claro que esta hipótesis se debería cumplir algo clave: que los problemas en Grecia no impactaran negativamente en el resto de países europeos. Es decir, que no se produjera el temido efecto dominó. "No se trata solo de Grecia sino que las ramificaciones que pueda tener en el resto de la periferia es algo crucial, mandaría una fuerte señal de rechazo", afirman en Bank of America. Ese contagio de la desconfianzasí se vio en las rentabilidades de bonos periféricos una vez se conoció la noticia y de hecho, provocó qu el bono español voviera a superar el 1,60 por ciento de rentabilidad. Pero esa correlación que se vio en un primer momento parece haberse disipado en los últimos días y los inversores han vuelto a hacer distinciones entre una y otra deuda. "Pasada la volatilidad, dado el pequeño peso de la economía griega en la unión monetaria y en los índices europeos, no debería tener un gran impacto en los mercados", afirmaba recientemente Guillermo Aranda, director de atl Capital. Una idea que también defienden desde JPMorgan AM. "Incluso aunque Grecia saliera del euro no habría efecto contagio en sus bonos ya que la eurozona lo asumiría mucho mejor que hace algunos años", afirma Manuel Arroyo, director de estrategia para España y Portugal.