Mutualizar la deuda pública europea con la creación de un fondo de amortización y renegociar la deuda griega alargando los plazos de pago y la reducción de los tipos de interés. Esas son las recetas del PSOE para solucionar la crisis helena y garantizar el futuro del euro. Así lo anunció ayer el líder socialista Pedro Sánchez desde la sede del partido, en una intervención en la que presentó un decálogo de propuestas económicas dirigidas a Europa. Sánchez, acompañado del portavoz de Economía del partido, Manuel de la Rocha, defendió la continuidad de Grecia en el euro, ya que la unión monetaria "es un proceso irreversible". La solución pasa, afirmó Sánchez, por "facilitar el alargamiento de plazos y la rebaja de tipos en el pago de la deuda del país heleno". Una alternativa que ha desvinculado de una posible reestructuración de la deuda española porque la situación es "absolutamente diferente", e insistió en la recomendación de reestructurar la deuda privada de familias y empresas en España, una solución que llegaría hasta 500.000 familias españolas, ha dicho. Recuperar los eurobonos Los socialistas van a recuperar la propuesta que hicieron hace dos años los asesores de la canciller alemana Angela Merkel de mutualizar la deuda de los países de la eurozona. Para ello, se crearía un fondo de amortización que absorbería una parte de esa deuda -la que supere el 60 por ciento del PIB- y que emitiría "los famosos eurobonos", un concepto que "desgraciadamente ha desaparecido del debate europeo"; afirmó Sánchez. La "alternativa económica" del PSOE reclama además acelerar la aplicación del plan Juncker, "depreciar aún más el euro" y "políticas de estímulo" por parte del Banco central Europeo (BCE) que garanticen el objetivo de inflación del 2 por ciento, algo "fundamental para economías endeudadas". Los socialistas piden al BCE "que haga lo que tenga que hacer para garantizar el objetivo inflacionista", algo que pasaría por la compra de deuda pública por parte del organismo. El decálogo se presentará el próximo 28 de enero en Bruselas en una reunión del Partido de los Socialistas Europeos previa a la cumbre que ha convocado Sánchez con sus colegas europeos el 21 de febrero en España.