Caixabank, Banco Santander y BBVA se quedan con 2.350 millones y dejan a Bankia y Popular otros 950 millonesLas eléctricas y la banca se han dado mucha prisa para colocar el déficit de tarifa de 2013 e incluso llegaron a adelantarse al Gobierno en la subasta de la cesión de los derechos del déficit. Las principales compañías aglutinadas en Unesa realizaron la semana pasada una subasta de los derechos de cobro sin tenerlos oficialmente, un extremo que acabaron de cerrar ayer para darle la legalidad necesaria y dar por cerrada esta emisión privada que ya no contará con el aval del Estado, aunque sí que dispone de un derecho de cobro preferente dentro de la tarifa. Las cinco compañías eléctricas , asesoradas por Linklaters, convocaron a la banca a una reunión para traspasarles los 3.540 millones de déficit registrado el año pasado, pero los derechos de cobro de los mismos todavía no habían sido cedidos hasta su aprobación por parte del Consejo de Ministros este pasado viernes y su posterior publicación en el Boletín Oficial del Estado en el correspondiente Real Decreto. Reparto por bancos Las entidades financieras cesionarias han sido La Caixa (1.000 millones) BBVA (750 millones), Bankia (550 millones), Banco Popular (450 millones) y Banco Santander (600 millones). Fuentes jurídicas indicaron que los derechos de cobro ya estaban en manos de las eléctricas, pero la banca necesita la seguridad de la fórmula de cobro para poder aceptar la colocación privada. Las eléctricas han acabado aceptando la posición del Ministerio de Industria. Las compañías querían un tipo de interés similar al recibido por ACS y Escal tras la reversión al estado del almacén de gas Castor, es decir, de un 4,26 por ciento, pero finalmente el Gobierno ha optado por aplicarle un tipo inferior, de poco más del 2 por ciento. Un debate similar existe en la retribución para la hibernación de centrales, mientras el sector pide el tratamiento Castor, el Ejecutivo considera que debe ser menos generoso por la mejora de la situación económica del país. El control de esta subasta, cuyo coste se repercutirá posteriormente al recibo de la electricidad de los ciudadanos, no parece una cuestión baladí, pero en este caso no cuenta con ninguna supervisión. El Tesoro también ha aprovechado para darse cartas con las que poder trabajar en refinanciaciones de la deuda del Fondo de Titulización del déficit ya emitido para tratar de rebajar los costes de la misma en la factura eléctrica.