A.T./J.S.MADRID/barcelona. Al límite de convertirse en un Gobierno en funciones -cuando convoque elecciones al parlamento autonómico- la Generalitat de Catalunya dio a conocer ayer quién será su proveedor de servicios de telefonía fija (voz y datos) para los próximos cuatro años. Los actores no cambian, ya que seguirán siendo Telefónica y Al-pi los beneficiarios de un contrato que ronda los 88 millones de euros. El cambio radica en que Al-pi, participado por France Télécom con el 75 por ciento del capital y por la propia Generalitat con el 25 por ciento restante, se ha llevado esta vez la mayoría del contrato: 52,6 millones que le supondrán unos ingresos anuales superiores a 13,15 millones. Esta parte del contrato corresponde a los servicios de voz y videoconferencia corporativos y de red inteligente. Las dos fases del concurso para dar servicio de datos en poblaciones catalanas de más y menos de 40.000 habitantes y en la ciudad de Barcelona se las ha llevado Telefónica, que consigue con ello dos contratos que suponen 34,9 millones de euros. Es decir, de lo adjudicado, Telefónica pasa a hacerse con menos del 40 por ciento, dando la vuelta a la situación existente hasta ahora.AhorroLa Generalitat asegura que los nuevos contratos suponen un ahorro del 23 por ciento. La próxima batalla tiene ya cita, ya que los contratos de telefonía móvil, hasta ahora en manos de Amena, y de voz y datos de las redes sanitaria y educativa vencen el próximo año. Para entonces, un nuevo gobierno se encargará de adjudicarlo.