Ha puesto en marcha un proceso de selección de entre 15 y 20 empleadosMADRID. Carmen Sanmartín lleva a sus espaldas la integración del Banco Herrero en Argentaria, la fusión de éste con BBV y la compra de Banco Inversión por HypoVereinsbank. Ahora le ha tocado la de Safei por Inversis Banco. Y, además, una de las funciones más delicadas: dirigir la reestructuración de la plantilla. Un proceso duro de organizar, "al que nunca se acostumbra uno", pero en el que Sanmartín tiene mucho terreno ganado, "el poso de otras recolocaciones y el peso de velar por el futuro de muchas personas". El ERE de afectaba a 111 trabajadores de la sociedad de valores Safei, de una plantilla de 276 empleados, después de su compra por parte de Inversis hace menos de un año. ¿En qué fase está este proceso? La directora de Recursos Humanos de Inversis explica que hay abiertas tres vías de recolocación: la de los propios socios de la entidad (Caja Madrid, la CAM, Indra, El Corte Inglés, Cajamar y Terra), la consultora de recursos humanos Creade, filial del Grupo Adecco, y una empresa de reorientación y recolocación de profesionales especializada en informática. Este ERE (Expediente de Regulación de Empleo) estará cerrado este verano, "de momento, han salido 80 y, de ellos, están recolocados entre 16 y 20 trabajadores". Creade se encarga de un primer grupo de 29 empleados que se adhirió al programa de recolocación en diciembre, de los que el 44,82 por ciento ya han encontrado trabajo dentro del mismo sector en el que estaban. "Una situación poco normal porque los destinos en los que se recolocan son distintos a los de procedencia", explican en esta consultora de recursos humanos. Y es que, el sector financiero vive un momento dorado: "Hay subasta de currículum". De alguna gran entidad llegan a Inversis Banco bastantes currículum, aunque Sanmartín prefiere no dar nombres y confirma que ya han fichado a algunos de estos trabajadores, sobre todo para puestos de comerciales. "Estamos en un proceso de selección de entre 15 y 20 empleados, con lo que, a pesar del ERE, seguimos creciendo", apunta. ¿Está siendo fácil la integración de las dos plantillas? "Ya tenemos la M-30 y M-40 construidas pero tenemos que saber conectarlas", apunta de forma metafórica Sanmartín. Es decir, que en un mismo edificio conviven empleados con tres convenios distintos y "tres comités de empresas distintos". Con las diferencias que esto conlleva, como la de los horarios, y que no se solucionarán en, por lo menos, un año, "para hablar todos el mismo lenguaje". Cuando todos estos procesos concluyan, la fusión ya será una realidad, con un cambio de sede a las afueras de Madrid. A pesar de los problemas que surgen con un ERE, Sanmartín hace hincapié en que la recolocación de empleados se está tratando "de forma muy cuidadosa". Incluso, los accionistas de Inversis, que no se querían ver afectados por este proceso, han colaborado de forma activa en la recolocación. Para que todo vaya lo mejor posible, Inversis creó desde el primer momento un comité de integración y una comisión de seguimiento. El primero está formado por directivos de Inversis y un equipo de auditores de Deloitte y se encarga de seguir los procesos de cada departamento, para que la integración se produzca de forma eficaz. Y la comisión de seguimiento del ERE persigue el cumplimiento riguroso de todas las negociaciones.