Esta semana Siemens ha sido la segunda compañía del índice de referencia europeo que más ha empeorado su recomendación, que ha pasado de ser una compra a un mantener. Además, los analistas han reducido su precio objetivo en un 0,5 por ciento. Según Heenal Patel, analista de Bloomberg, el crecimiento de la facturación puede verse comprometido tanto a medio como a corto plazo por la cancelación de un contrato que había firmado con Gazprom para proporcionar salas de control y sistemas eléctricos para un gaseoducto. Sin embargo, a largo plazo el gaseoducto podría estimular la construcción de eléctricas de gas en Hungría y Bulgaría, concursos para los que Siemens estaría bien posicionada.