Las aseguradoras detallarán el grado de adaptación un año antes de entrar en vigorLa autoridad europea de Seguros quiere tener una foto clara del grado de preparación de la industria a las futuras reglas de solvencia y preexaminará a las compañías con un año de antelación. Solvencia II entrará en vigor en 2016, pero el organismo europeo (Eiopa, por sus siglas en inglés) ha exigido información sobre los mercados a las autoridades nacionales para el próximo febrero. El apretado calendario obliga a las aseguradoras a cumplimentar el formulario, retratando su adaptación, y entregarlo a la Dirección General de Seguros antes del 30 de enero. El reporte será sobre los avances y adaptaciones a cierre de 2014, de tal forma que tendrán un año por delante para acelerar o acabar de cumplimentar los flecos pendientes. El análisis se repetirá a finales de 2015, ya en puertas de la entrada en vigor del futuro esquema normativo, detallaron en el Ministerio de Economía. El grado de preparación del sector a Solvencia II es completo, en términos generales, en materia de recursos propios, aún cuando supondrá elevar en 1,8 o dos veces el capital regulatorio actual. Con datos de 2013 se estimaba ya que las compañías de Vida multiplicaban por cuatro veces el mínimo requerido y las de No Vida por 2,5 veces, contando con un colchón extra de 22.000 millones para nuevos requerimientos. Los recientes resultados de los test de estrés efectuados a la industria por Eiopa han corroborado la adaptación temprana, en la medida que no se declaró déficit en ninguna firma española al recalcular sus cifras bajo las reglas de Solvencia II. La temprana implantación es fruto de la redacción de la misma norma. Su elaboración arrancó hace una década y en 2009 se aprobó una primera directiva, aunque el deseo de perfeccionarla demoró la última a abril pasado. Se espera que el Gobierno apruebe hoy el Anteproyecto que la incorporará al marco jurídico nacional. Va contrarreloj, como el resto de Estados, por el retraso de la directiva. En Economía confían en tramitarla en tiempo, mientras las compañías acaban de adaptarse a lo que les exigirán en 2016. El nuevo marco de solvencia modifica de raíz incontables aspectos. El actual exige un mínimo de capital en función de las primas gestionadas. El futuro vinculará dicho requisito al tipo de riesgos asumido. Cada pasivo y cada activo pondera distinto, al igual que empezarán a calibrarse de forma diferente las inversiones en deuda soberana, inmuebles o renta fija privada y se medirán los riesgos operativos, de liquidez, etc. Obligará a las entidades además a tener una estructura determinada de gobierno corporativo y ampliará su reporte de datos. En Seguros descartan que Solvencia por sí misma vaya a provocar fusiones o cambios en las estrategias de negocio, pero admiten que sus gestores podrían tomar esas decisiones cuando vean qué capital le exige cada negocio.