Josep Puxeu, director general de la la patronal Anfabra, prevé crecer este año 0,4% y es optimistas respecto a 2015La industria española de bebidas refrescantes está a punto de enterrar este año la crisis económica. "Después de tres años de caída, este ejercicio lo cerraremos por primera vez con crecimiento; es todavía pequeño, del entorno de un 0,44 por ciento, pero marca un punto de inflexión y, además, somos optimistas respecto a 2015". A Josep Puxeu, director general de la patronal Anfabra, que celebra mañana en Madrid su asamblea anual, no le cabe ninguna duda sobre el cambio de tendencia en el consumo. Puxeu pone un especial énfasis en la recuperación de la hostelería, que después de continuas caídas desde el año 2008 espera cerrar este ejercicio con un incremento de la cifra de negocios de casi un 3 por ciento. "Y la percepción es que la situación después del verano está siendo aún mejor de lo que era en primavera", dice. De hecho, tal y como publicó ayer este periódico, en los últimos dos meses los bares y restaurantes están creciendo ya un ritmo de casi el 5 por ciento, algo que no se conseguía desde el año 2006 y, de forma puntual, desde 2007. Empleo y facturación La industria de refrescos alcanzó el año pasado una producción total de 4.328 millones litros, con una facturación de 4.194 millones de euros. Con más de 8.650 trabajadores de forma directa -hay otros 64.000 inducidos-, el año pasado los refrescos aportaron 338 millones de euros a las arcas públicas a través de impuestos. En lo que llevamos de año, la tónica es una de las bebidas más beneficiadas, con una subida de más del 7 por ciento, lo que mantiene la línea de datos positivos registrados en los últimos años en un contexto general de caída. Las bebidas sin gas suben por su parte un 3 por ciento y las de cola se mantienen prácticamente igual. En Anfabra aseguran estar "convencidos de que la recuperación se consolidará", pero se muestran en cualquier caso cautos e insisten en que podría haber factores externos que provocaran una nueva contracción. Entre estos factores destaca especialmente la posibilidad de nuevos incrementos fiscales, a pesar de que hoy por hoy el Gobierno de Mariano Rajoy parece haberlo descartado definitivamente.