El operador luxemburgués se impone a las propuestas de los fondos Apax y BainElevar la puja. Toda la estrategia que permitirá al operador Altice adquirir Portugal Telecom (PT) ha consistido en mejorar la oferta de sus competidores. La regla casi nunca falla, especialmente cuando el objetivo prioritario de la parte contraria consiste en obtener el mayor rendimiento. De esa forma, el grupo luxemburgués se cobrará la pieza que ambicionaba a cambio de 7.400 millones de euros, 375 millones más que la propuesta de los fondos Apax Partners y Bain Capital. El anuncio aún está pendiente de confirmación oficial, pero todo apunta que no tardará en producirse. Al cierre de esta edición lo único que existía era un escueto comunicado de PT donde informaba en apenas tres líneas sobre la existencia de negociaciones exclusivas con la multinacional Altice. Todas las miradas apuntan a Oi, compañía de telecomunicaciones brasileña que atesora el control de PT y que desde ayer sólo tendrá oídos para Altice. En un comunicado remitido al regulador brasileño, indica que "tras evaluar las ofertas de Altice y de los fondos de capital privado Apax Partners y de Bain Capital, el consejo de administración ha decidido entrar en negociaciones en exclusiva, que durarán 90 días", con la firma luxemburguesa fundada por el multimillonario Patrick Drahi y matriz de la operadora francesa Numericable. Con esta ofensiva, Altice redondea una jugada que se encarriló la semana pasada con la formalización de la compra de la francesa SFR, operador de móvil que se integrará en el negocio de fijo de Numericable. La compañía luxemburguesa también refuerza su presencia en Portugal, donde ya disponía de dos pequeños operadores de cable, ahora llamados a ofrecer batalla a Vodafone y Optimus en el negocio de las telecomunicaciones integradas. Este movimiento empresarial pone de relieve que la consolidación de las telecomunicaciones ha entrado en Europa en una espiral frenética que promete convulsionar los cimientos del sector. Basta recordar que el pasado viernes trascendió el interés de Vodafone y Liberty Global por crear el mayor grupo de telecomunicaciones integradas de Europa. La suerte de las dos compañías fue dispar en sus respectivos mercados bursátiles. Así, los títulos de Altice cerraron ayer con una subida de casi un 8 por ciento en la plaza de Amsterdam, mientras que los de la portuguesa cedieron más del 7 por ciento en Lisboa.