El nuevo presidente, Gregorio Villalabeitia, se centrará en la gestión del bancoEl candidato a la presidencia de Kutxabank, Gregorio Villalabeitia, ya ha tomado posesión de su cargo tras ser ratificado por unanimidad por el consejo de Kutxabank, celebrado el pasado viernes, tan sólo 24 horas después de que abandonase el cargo Mario Fernández por sus discrepancias públicas con el PNV. En su primera comparencia pública ante la prensa, que fue sin opción a preguntas, Villalabeitia agradeció la labor previa de Fernández y sólo se refirió al negocio bancario, sin mencionar en ningún momento la verdadera encrucijada que se le plantea a la entidad: cómo estructurar su accionariado después de conocerse el borrador de la circular del Banco de España que penaliza el control público de las antiguas cajas de ahorros. En la actualidad, las antiguas cajas vascas, ahora reconvertidas en fundaciones bancarias, controlan el cien por cien de Kutxabank. La propuesta del nombramiento de Villalabeitia partió de la Fundación BBK, que está controlada desde el ámbito del PNV y su actual presidente, Xabier Sagredo, fue en su día miembro de la dirección del partido nacionalista. Este dominio de BBK y PNV en Kutxabank quedó en evidencia en la presentación pública de su nuevo presidente al intervenir en representación de los accionistas del banco sólo Xabier Sagredo, mientras que los presidentes de las fundaciones Kutxa (Xabier Iturbe) y Caja Vital (Fernando Aránguiz) guardaron silencio. Mario Fernández abandonó la presidencia de Kutxabank tras criticar la "resistencia al cambio" de los actuales accionistas de Kutxabank ante el inexorable marco regulatorio en el que ha de moverse el sector financiero, especialmente las antiguas cajas de ahorros. Fernández proponía seguir manteniendo el control de la entidad desde una posición minoritaria, de un 30 por ciento, cotizando el resto en Bolsa. En función del borrador de la circular del Banco de España, en el que estima que la participación de las tres fundaciones bancarias vascas está concertada, estos tres accionistas tendrían que vender al menos el 50 por ciento del banco o dotar unos fondos de reserva de cerca de 700 millones de euros, cifra que les resulta inasumible. Tras el enfrentamiento público entre Fernández y el PNV, el presidente de la Fundación BBK, Xabier Sagredo, en la comparecencia sin preguntas, no hizo mención alguna a la situación que se les plantea a los accionistas de Kutxabank, limitándose a ensalzar la honestidad del presidente saliente y la capacidad del entrante para llevar adelante la gestión del banco. Aseguró que Villalabeitia "entiende a la perfección lo que supone ser un banco con origen en cajas".