Colonial, una de las compañías patrimonialistas históricas de nuestro país, también se salva. Las tensiones financieras arrastradas por la compañía desde que se desatara la crisis empezaban a despejarse con el nuevo año: en enero, ampliación de capital por 1.000 millones de euros y la entrada de Juan Miguel Villar Mir en el accionariado. El proceso, no exento de tensiones, ha convertido al presidente de OHL en accionista mayoritario, con el 30 por ciento del capital. La desvinculación de su particular banco malo, Asentia, ha sido clave para soltar lastre en forma de deuda. En primavera ya anuncia beneficios, 674 millones. Colonial saca pecho: su presidente, Juan José Bruguera, defiende el éxito del proceso, da por finiquitada la reestructuración accionarial y financiera, y se muestra dispuesta a competir con los fondos extranjeros. Incluso se ha atrevido a lanzar su oferta por Realia. Hasta septiembre, los beneficios ascienden a 563 millones de euros.