Dice que la productividad subirá un 15% si el tamaño de las pymes llega al alemán"Si algo diferencia a los países occidentales es que las deudas se pagan". El consejero ejecutivo de BBVA y antiguo consejero del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González-Páramo, se mostraba ayer con estas palabras contrario a fijar quitas en los bonos soberanos. Lo hacía en defensa de preservar la calidad de esta inversión en los balances de la banca y la estabilidad del sistema, si bien irrumpe de lleno en el debate abierto por la formación Podemos, que propugna reestructurar la deuda. "Esta discusión en Europa huelga. No me parece responsabilidad política que se mueva", dijo en un acto para celebrar los 100 años de la revista Consejeros, donde subrayó la importancia para la estabilidad del sistema financiero de que siga considerándose la deuda soberana como un activo sin riesgo. El que fuera miembro del Comité Ejecutivo del BCE entre 2004 y 2012 consideró que el examen de salud realizado a los bancos evidencia que "están preparados para acompañar a la recuperación" y financiar "la demanda solvente" que debe aparecer cuando la reactivación de la economía coja fuerza. González-Páramo admitió que las pymes aún tienen que soportar costes muy superiores en la financiación a los de otros países, porque penaliza la prima de riesgo y la morosidad. Sin embargo auguró mejoras en las condiciones cuando ambos factores dejen de pesar y surta efecto pleno la Unión Bancaria. El banquero confía en que la supervisión única del BCE acabe con la fragmentación de mercados que obligó a la banca española a captar los recursos que presta a precios varias veces superiores a sus homólogas europeas. El directivo subrayó que algo ha cambiado: el nuevo préstamo dejó de caer este año y en 2015 superará las amortizaciones, permitiendo que el stock vuelva a subir. El mayor desafío que encara España es, a su juicio, robustecer la recuperación. BBVA vaticina que el PIB crecerá un 1,3 este año y el 2 por ciento en 2015, frente a una progresión prevista del 0,8 y 1,3 por ciento para el conjunto de Europa, gracias a las reformas acometidas. Para evitar ser arrollado por el enfriamiento de Europa, González Páramo emplazó al Gobierno a no dejar caer el pulso reformista pese a la tentación de hacerlo en épocas electorales como las que enfrentamos. El exconsejero del BCE identificó tres campos donde redoblar el esfuerzo: aumentar el ahorro y reducir el déficit; mejorar la competitividad y el mercado laboral. Si no se profundizan los cambios en el mercado laboral vaticinó que la tasa de desempleo tardará una década en volver a las cotas de 2008 aunque la economía sea capaz de crecer al 2,5 por ciento. El directivo instó a abrir el debate entre las empresas para que ganen tamaño. "España -indicó- podría ser un 15 por ciento más productiva aumentando el tamaño medio de las empresas al nivel de Alemania". En materia de déficit público, denunció que las administraciones públicas no están haciendo los deberes-, lo que supone un "lastre para el crecimiento" y desacreditará al país si no cumple el pacto fiscal.