El banco lo niega tras pedir Bruselas explicaciones a Italia por el veto a la fusiónmadrid. Que Italia quiere poner freno a la entrada de empresas españolas en su economía es un secreto a voces. Pero la posibilidad de que esto se materialice a través de grandes empresas italianas provoca que el ambiente se llene de mensajes contradictorios. Y esto es lo que ocurrió ayer. A primera hora de la mañana de ayer saltó la noticia de que Banca Intesa, que la pasada semana inició los preparativos para su fusión con Sanpaolo IMI, ha presentado al Gobierno italiano un proyecto para quedarse con Autostrade. En concreto, un grupo inversor, liderado por ella, quiere comprar la sociedad Schemaventotto, que controla el 52,1 por ciento de Autostrade. Una posible operación que coincide con el veto del Gobierno italiano a la unión de la concesionaria de autopistas italiana con Abertis. Según explicaron a Efe fuentes financieras cercanas a la operación, el proyecto fue presentado al subsecretario de la presidencia del Gobierno, Enrico Letta, antes de que se anunciase la fusión entre Intesa y el Sanpaolo. Aunque portavoces de Banca Intesa ni confirmaron ni desmintieron esta oferta a la agencia Efe, otro medio de comunicación desmintió a media tarde esta información. "Esto no es cierto", indicó la portavoz de Intesa, Costanza Esclapon, a Bloomberg. ¿Cómo ha influido Bruselas?Y entre unas verdades a medias y otras, ayer saltó la noticia de que Bruselas ha sacado tarjeta verde a Italia. El Gobierno de Romano Prodi ha recibido una carta de advertencia de la comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, sobre su negativa a autorizar la fusión entre la española Abertis y el grupo italiano Autostrade. Una misiva que ha caído como un jarro de agua fría: "La carta de la Comisión es inaceptable en el método. Yo no acepto un ultimátum", denunció el ministro de Infraestructuras italiano, Antonio Di Pietro. "Además, Bruselas parte de contestaciones que no son verdad. Yo no he prohibido ninguna fusión, porque cada uno se puede casar con quien quiera, el problema es que la concesión no puede ser entregada como dote, porque no les pertenece", explicó Di Pietro. El Gobierno italiano vetó esta fusión, entre otras cosas, porque entre los socios de Abertis se encuentra ACS y la ley italiana prohíbe la presencia de constructoras en el accionariado de empresas concesionarias de autopistas. Di Pietro denunció que en Europa "han leído más los periódicos que las comunicaciones enviadas". Y de vuelta a la posible operación de Intesa sobre Autostrade, fuentes próximas consultadas por Efe explican que el grupo que ha presentado la oferta está formado por bancos que, junto con otros socios, podrían comprar Schemaventotto o tomar su control pactando con la familia Benetton, que tiene la mayoría en Autostrade. Si finalmente sale esta operación, Italia tendrá que bloquear ciertos puntos de la oferta de Intesa ya que incluye a constructores italianos en el grupo inversor para hacer la operación, entre los que se encuentra Caltagirone y el grupo Gavio.Sólo el tiempo dará o quitará la razón a Banca Intesa. Pero la experiencia dice que Italia es reacia a acoger a empresas extranjeras. Como muestra, la fusión de Intesa con Sanpaolo IMI deja en un segundo plano al Banco Santander, hasta ahora segundo accionista de Sanpaolo.