Buscan un pacto que sea ratificado por Zapatero y Merkel el 12 de septiembreMADRID. Las piezas del complicado puzzle energético que intenta construir E.ON comienzan a encajar. A las alentadoras palabras de la canciller alemana, Angela Merkel, en las que señalaba que la opa de la eléctrica alemana sobre Endesa "van por buen camino", seguían esta misma semana las de la secretaria de Política Económica del PSOE -el partido que sustenta al Gobierno español-, Inmaculada Rodríguez Piñeiro, en las que mostraba su convencimiento de que el gigante energético alemán terminará aceptando las condiciones impuestas por la Comisión Nacional de la Energía (CNE) para quedarse con la primera eléctrica española. ¿Saben algo que no sabemos los demás? Oficialmente, hay absoluto mutismo aunque las negociaciones se han trasladado al plano político. Conocida, sobradamente, la postura y los argumentos que la empresa alemana esgrime para rechazar las condiciones, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero se habría comprometido verbalmente con la canciller Merkel a "suavizar" las medidas impuestas por el regulador, según publica la edición alemana de la revista Capital. ¿Que salomónica decisión se podría adoptar? Según las fuentes consultadas por elEconomista, el Ejecutivo español aprovecharía la llegada del nuevo ministro de Industria, Joan Clos, para revisar los requisitos establecidos desde el organismo que dirige Maite Costa para suavizar unas condiciones que desde la propia Comisión Europea se han calificado de "ilegales". A cambio, Alemania premiaría a España con algún gesto de cara a las futuras negociaciones que en el seno de la política comunitaria se dirimirán en los próximos meses. Los contactos entre los dos Ejecutivos se intensifican de cara a que del encuentro previsto para el próximo 12 de septiembre entre la canciller alemana y el presidente español sirva para anunciar un acuerdo del que se derive que E.ON cuente con el visto bueno de la CNE para desembarcar en Endesa. En este contexto, la Comisión Europea parece haber 'arrimado el hombro' al ampliar el plazo por el que España debe justificar las medidas adoptadas por la CNE. Aunque el Ejecutivo español disponía hasta el 4 de septiembre para responder, ahora podrá hacerlo hasta el 13, el día después del encuentro entre Zapatero y Merkel.