La compañía trasladará ahora la producción a otras fábricas que tiene en EspañaSin apenas haber tenido tiempo para "digerir" la destrucción de su planta más emblemática, Campofrío se enfrenta a una carrera contrarreloj para buscar alternativas que permitan absorber la producción de la fábrica burgalesa devorada por las llamas, de la que salían unas 60.000 toneladas al año. Con apenas existencias para 15 días, la compañía baraja utilizar sus plantas de Soria, Valencia o Extremadura o, incluso, algunas de las que tienen en Portugal, Bélgica o Italia, según explicaron ayer en una rueda de prensa en Burgos, el director general del Grupo Campofrío Fernando Valdés, y el director general de Campofrío España, Ignacio González. La compañía también baraja trasladar sus líneas de producción burgalesas hasta las instalaciones de la competencia para que los productos puedan llegar al mercado de cara a la próximas navidades, después de que empresas como El Pozo hayan ofrecido sus instalaciones. Los dos directivos ratificaron públicamente el compromiso que telefónicamente había trasladado horas antes el presidente de la compañía, Pedro Ballvé, al alcalde y a la consejera de Agricultura de construir una nueva fábrica en Burgos que esté lista en 2016. Valdés aseguró que la compañía se compromete a que "la capacidad productiva se recuperará en Burgos y lo antes posible". La idea pasa por construir una nueva fábrica "incluso más competitiva que la que tenemos" para que Burgos siga siendo el buque insignia de la compañía con el objetivo de aproximarse al empleo actual", aunque el directivo no garantizó recuerar los 900 trabajadores que tenía. Junto a la prioridad de garantizar el abastecimiento, que ha movilizado a la empresa hasta el punto de que el mismo domingo por la noche ya entró gente a trabajar al almacén regulador para garantizar los pedidos que ayer tenían que salir, la empresa ha puesto el acento en garantizar la protección de los trabajadores y ha activado el protocolo que existe para que reciban sus prestaciones. Mientras, la Junta de Castilla y León anunció la creación de una comisión de seguimiento formada por cinco consejerías para agilizar todos los trámites administrativos necesarios para la entrada en funcionamiento de la nueva fábrica. La consejera de Agricultura, Silvia Clemente, que cifró las périddas en 170 millones, ofreció a la empresa, además, ayudas directas y "créditos muy ventajosos" para poder acometer la inversión. El consejero de Economía, Tomás Villanueva, explicó que estaban a la espera de que la empresa presentase un ERE suspensivo por "causa mayor" y comprometió apoyo para que los trabajadores queden "en la mejor situación posible".