Pierde mil millones de capitalización en dos días y sus explicaciones no convencen a los inversoresAbengoa rompió ayer todos los límites, en negativo, del desplome bursátil de su trayectoria en el parqué con una caída del 36,5 por ciento, que se suma al derrumbe del 18,3 por ciento el jueves. Se trata del peor comportamiento en el parqué desde que Abengoa empezó a cotizar en 1996. El hundimiento llegó a rozar el 62 por ciento ayer a media sesión. Las dudas del mercado en torno a la capacidad de la compañía para reducir su endeudamiento y, sobre todo, la forma de contabilizarlo, explican la pérdida de 1.000 millones de capitalización en dos sesiones -la empresa vale ahora 1.055 millones-. El temor ha cundido entre los inversores tras saberse que Abengoa no ha contabilizado como deuda propia la colocación de bonos verdes de alto riesgo que emitió en septiembre su filial Abengoa Greenfield. La deuda está garantizada por la matriz, y si sólo hubiese estado respaldada por la filial, la rentabilidad ofrecida por estos productos debería haber sido mayor. La empresa envió ayer un hecho relevante a la CNMV para intentar explicar lo que calificó de "malentendido referido al cálculo de la deuda corporativa neta" que, lejos de calmar a los inversores, aumentó el castigo bajista. Abengoa explicó que en ese cálculo -la deuda corporativa neta es de 2.125 millones- no se incluye la citada emisión de bonos verdes. Los inversores vendieron ayer estos bonos en el mercado, lo que elevó su rentabilidad hasta el 12,1 por ciento, con lo que ya duplica el interés al que se colocaron. Iván San Félix, de Renta 4, explica que los inversores pueden estar interpretando que Abengoa realiza una "contabilidad agresiva. Si es más transparente, se podrá conocer mejor qué tiene entre manos" en cuanto a la deuda. Fitch, de hecho, considera que esa deuda es corporativa al estar garantizada por la matriz. Abengoa la considera deuda sin recurso (asociada a proyectos) y aseguró ayer a la CNMV que tiene otros 1.592 millones clasificados de la misma forma a cierre del tercer trimestre. Fitch, al incluir esa cantidad como deuda corporativa, asegura que la cifra total dobla la realmente incluida en el balance de la empresa en ese epígrafe. Con ello, y siempre según los cálculos propios de la agencia, que difieren de la contabilidad oficial de la empresa, la ratio de deuda corporativa neta respecto al ebitda sería de 4 veces, el doble respecto a las 2,1 declaradas oficialmente por la firma. La ratio de ebitda sobre deuda neta consolidada total se sitúa en 8,42 veces. Y la deuda bruta total de la empresa es de 13.568 millones a septiembre. San Félix añade que las dudas sobre esa emisión de 500 millones pueden estar afectando, a ojos del mercado, a la forma en que Abengoa contabiliza o ha contabilizado otro tipo de bonos o emisiones anteriores. "La desconfianza sobre cómo va a ser capaz de gestionar su endeudamiento es la clave". En el mismo hecho relevante, la empresa explicaba que, en paralelo a esa emisión de 500 millones no contabilizada a septiembre como deuda corporativa neta, sí había incluido los previstos ingresos por 200 millones por la venta de tres activos renovables a su filial Abengoa Yield, que justo emitió bonos por esa cantidad para sufragar la operación. 65 millones de su filial Un descalabro que se produjo a pesar del conejo que la compañía se sacó de la chistera a primera hora de la tarde, que la ayudó a remontar parte de la brutal caída inicial: su filial de renovables, Abengoa Yield, que cotiza en el Nasdaq, confirmaba que repartirá su primer dividendo trimestral, de 0,259 dólares por acción, el 15 de diciembre. Que la filial retribuiría a sus accionistas era algo ya sabido, pero su consejero delegado, Santiago Seage, anunciaba que dicha compañía aumentará el dividendo para 2015 hasta los 1,6 dólares por título, un 18 por ciento más de lo previamente anunciado. Y dicha entrega irá a parar, en gran parte, a manos de la andaluza, que es la principal accionista de Yield, en la que tiene una participación del 64 por ciento. Así, el próximo año, Abengoa recibirá 81,9 millones de dólares (65,4 millones de euros al cambio actual) de su filial en concepto de dividendos. En una jornada de gran volatilidad para el valor, la CNMV no suspendió en ningún momento su cotización, "porque no había motivos para ello", según aclararon fuentes del regulador a elEconomista. Los títulos de Abengoa Yield, por su parte, retrocedían un 15 por ciento al cierre del mercado europeo.