El banco holandés ABN Amro recortará entre 650 y 1.000 puestos de trabajo hasta 2018 en el marco de una profunda reestructuración de su negocio minorista para mejorar la rentabilidad y la eficiencia, informó ayer la entidad, que ha logrado un beneficio neto de 734 millones de euros en los nueve primeros meses del año, un 39,2 por ciento menos que un año antes. El consejero delegado de la entidad, Gerrit Zalm, indicó que ABN Amro invertirá 150 millones de euros hasta 2018 para acelerar la digitalización de los "procesos clave" de su negocio de banca minorista, así como una concentración de la red de sucursales. Este proceso de reestructuración ha llevado al grupo a provisionar 50 milloens y 75 millones de euros en el último trimestre de 2014, que afectará a las próximas cuentas. Hasta septiembre sus ingresos aumentaron un 12,7 por ciento, hasta 2.457 millones de euros, que permitieron amortiguar el aumento de los gastos y las dotaciones.