Los ingresos ascienden a 2.084 millones, un 3,7% más y la producción crece un 8%Enel Green Power obtuvo un beneficio de 395 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un descenso del 2,9 por ciento con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, anunció en una nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Los ingresos ascendieron a 2.084 millones, un 3,7 por ciento más, mientras que el beneficio bruto de explotación (Ebitda) se situó en 1.317 millones, un 0,9 por ciento más que en el mismo periodo de 2013. por su parte, el beneficio operativo (Ebit) aumentó un 1 por ciento, hasta 813 millones. La filial de renovables de Enel contabilizaba una deuda financiera de 6.641 millones de euros a cierre del tercer trimestre, un 24,7 por ciento más que la registrada a finales de 2013. Aumenta su capacidad Por otro lado, la compañía alcanzó los 9.500 megavatios (MW) de capacidad instalada a cierre del trimestre, un 10,5 por ciento más. Del total 5.714 MW corresponden a energía eólica, mientras que 2.624 MW son de energía hidroeléctrica, 795 MW de energía geotérmica y 329 MW de energía solar y 23 MW de energía de biomasa. La producción neta de electricidad ascendió a 23,5 teravatios hora (TWh), lo que supone un incremento del 8,8 por ciento respecto al mismo período del ejercicio anterior. "Hemos logrado este resultado gracias a nuestro esfuerzo constante por identificar oportunidades de crecimiento en los mercados situados en nuestro objetivo", aseguró el consejero delegado de Enel Green Power, Francesco Venturini. Por su parte, la deuda financiera neta al cierre de septiembre ascendía a 6.641 millones de euros, lo que supone un incremento del 24,7 por ciento, respecto al pasivo registrado al cierre del año pasado, según recoge EP. Los resultados de la eléctrica se producen poco después de que la filial chilena de la compañía suscribiera un gran contrato de suministro de energía a largo plazo por importe de 1.851 millones de euros, que también contempla la venta de los denominados "certificados verdes", por unos plazos aproximados de 20 y 25 años para dos proyectos de energía eólica y tres proyectos fotovoltaicos, respectivamente.