Se presentan más de 110.000 enmiendas a la integración entre las dos empresas francesasparís. El proyecto de ley sobre energía que hará posible la fusión de las empresas Gas de France (GDF) y Suez ha batido el récord de enmiendas en Francia, con la presentación hasta hoy de más de 110.000. Esta cifra se alcanzó con la presentación ayer de 80.000 enmiendas por parte de los diputados comunistas, que se suman a las 30.000 depositadas por los socialistas. Y aún faltan las del grupo gobernante, el conservador UMP, y las del centrista UDF. El récord coincidió con el comienzo del análisis a puerta cerrada del texto y de las enmiendas en la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional (la cámara de diputados francesa). En ese foro, los socialistas protestaron "vigorosamente contra la prohibición de comunicar a los parlamentarios" la carta con las objeciones de la Comisión Europea a la fusión. Tras esa protesta consiguieron tener acceso a la misma, pero de forma "parcial". El grupo socialista criticó que el Gobierno -impulsor del proyecto de ley- pida al Parlamento "un cheque en blanco" para la fusión, pues los diputados deberán debatir en sesión extraordinaria en septiembre una norma sin conocer la postura definitiva de la Comisión Europea. GDF y Suez deben enviar el 1 de septiembre sus respuestas a los obstáculos que la Comisión ha detectado para dar luz verde a la fusión, y Bruselas no emitirá sus conclusiones definitivas hasta el 23 de octubre, señalaron los socialistas en su comunicado. El sindicato CGT ha anunciado que recurrirá hoy a la justicia para obligar la convocatoria de un consejo de administración extraordinario en GDF antes del próximo jueves, algo a lo que la dirección del grupo ya se ha negado. Los presidentes de Suez, Gérard Mestreallet, y GDF, Jean-Francois Cirelli, se mostraron confiados, por su parte, en que la fusión de ambos grupos saldrá adelante y en que llegarán a un acuerdo con la Comisión para cumplir las condiciones para no dañar la competencia. Los directivos de los grupos negaron en una entrevistas conjunta con el diario Les Echos que vayan a separarse de su red de transporte, como solicitó Bruselas, así como de su participación en la belga Distrigaz y del parque nuclear explotado por Electrabel.