El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no se quiso pronunciar ayer sobre la fianza impuesta por el juez al exministro de Economía, Rodrigo Rato, por el escándalo de las tarjetas B y su aún pertenencia al Partido Popular. A su entender, hay que esperar a las decisiones de los tribunales y del PP, que le ha abierto un expediente informativo. "Yo no debo prejuzgar nada en este momento", declaró Rajoy en una rueda de prensa en Milán, después al ser preguntado si Rato debe seguir con el carnet del PP a pesar de que el juez le haya atribuido un delito de administración desleal. Después se le ha interrogado si a él personalmente le indigna este caso y si fue un error que el Gobierno impulsase el nombramiento de Rato para presidir Caja Madrid. "Esa pregunta ya la he contestado", replicó el presidente del Gobierno lacónicamente, que no ha citado el nombre de Rato en ningún momento. El PP abrió formalmente el pasado miércoles un expediente informativo a Rato, quien en breve tendrá oportunidad de defenderse ante el PP y dar su versión de los hechos en Génova. Después, el partido decidirá si archiva el caso o le abre un expediente de expulsión. Como ya hizo el pasado miércoles en el Pleno del Congreso, Rajoy sacó pecho sobre la labor del Ejecutivo para esclarecer los casos de corrupción y presuntos delitos en el sector financiero. "Todos estos hechos", como los de las tarjetas B, son conocidos porque se realizó una auditoría tras nacionalizar Bankia y el Frob, que "depende del Gobierno", remitió los datos la Fiscalía, que ha "judicializado" el caso.