Ildefonso Sánchez Barcoj, que declarará como imputado mañana, ha lanzado la firma Middle SweetIldefonso Sánchez Barcoj, ex director general de Negocio de Caja Madrid y presunto gestor de las tarjetas opacas tanto bajo la presidencia de Miguel Blesa como durante la de Rodrigo Rato, ha decidido aprovechar su experiencia profesional para montar una firma de estudios y asesoría fiscal. Se trata de Middle Sweet, cuyo objeto social, según ha publicado la firma en el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme), es "realizar estudios económicos, financieros, fiscales, contables y de mercado", además de actividades de intermediación, consistentes en "la adquisición, tenencia, disfrute, administración y enajenación en general de toda clase de valores o títulos, pudiendo realizar con ellos cualquier operación lícita". Sánchez Barcoj, que figura como socio y administrador único, publicó el anuncio de constitución el pasado 4 de febrero, tras establecer la firma con un capital social de 35.000 euros. El directivo no sólo ha sido el que más dinero gastó con su tarjeta black a efectos fiscales -un total de 575.071 euros entre los años 2003 y 2012, por encima incluso de Miguel Blesa- sino que fue también el que más dinero retiró en efectivo: más de 200.000 euros durante esos años. Entre enero de 2003 hasta mayo de 2012, Sánchez Barcoj acudió en cerca de cuatrocientas ocasiones a una sucursal para obtener dinero en efectivo. En la mayoría de las ocasiones, la cantidad era de 300 ó de 600 euros, pero también cargó contra su flamante tarjeta cantidades mayores, como 1.000 ó 1.500 euros. En el último mes de 2003 pidió por ventanilla 5.450 euros de una sola vez. Tuvo hasta tres cargos de mayor importe que éste: 7.200 euros, en verano de 2005; 11.000 euros, en febrero de 2006, y otros 10.000 euros en diciembre de 2007. Su papel con las tarjetas En los últimos días, Sánchez Barcoj ha insistido, en su defensa, que era la Secretaría de Presidencia la que establecía el límite máximo y tenía acceso a todos los movimientos que realizaban las tarjetas. "Ese departamento es el que tenía el control sobre lo que se pagaba; ningún empleado podía estar por encima de lo que asignaba Presidencia", aseguró al diario El País. Presumiblemente, esa será también la estrategia que siga ante el juez Fernando Andreu mañana, durante su declaración como imputado en la causa abierta en la Audiencia nacional. Su problema, sin embargo, es que los correos internos que intercambiaba con Miguel Blesa demuestran que él mismo negociaba los importes y que estaba al tanto de todo. Un correo clave "Recuérdame las cifras de tarjetas de consejeros que habíamos hablado, líderes y pueblo llano. Urgente" le pedía en un correo el expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, el 18 de julio del año 2007, tal y como publicó este periódico el pasado 8 de octubre. Pero no sólo es eso. Distintas fuentes próximas al caso insisten, en esta misma línea, en que él era uno de los principales ideólogos y administradores de las tarjetas opacas desde su puesto como número dos de la caja. A la espera de las decisiones que vaya tomando ahora el juez, que ha encargado a dos peritos del Banco de España analizar los gastos, el informe de la Fiscalía Anticorrupción fechado el pasado día 26 aprecia ya serios indicios de delito societario y apropiación indebida en la utilización de las tarjetas. Rodrigo Rato, Miguel Blesa e Ildefonso Sánchez Barcoj, que son por ahora los tres únicos imputados, podrían enfrentarse a un posible delito de administración desleal y otro de apropiación indebida, por los que podrían ser castigados, de acuerdo con el Código Penal, con penas que podrían llegar hasta los 10 años de prisión.