En 2015, México podrá alcanzar crecimientos de 3,4 por ciento como mínimo, de los cuales un punto porcentual será resultado de las reformas estructurales, aseguró el secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría Treviño. En una entrevista con El Universal, recomendó que estas reformas no sean las últimas, porque estos cambios se deberían haber hecho hace 15 años. ¿Por qué la economía mexicana no consolidó su expectativa de crecimiento de 4 por ciento para 2014? Los problemas tácticos no permitieron elevar la calidad de la economía mexicana. La falta de reformas provocó baja productividad. Así, te condenas a una especie de país de trayecto mediocre, muy flojo y anémico, que es lo que ha pasado y quelleva un montón de años así. Las reformas estructurales, que se han realizado de manera dramática y en un plazo relativamente corto, estaban haciendo falta desde hace mucho tiempo. ¿Significa que estas reformas estructurales cambiaran lo que está sucediendo? Finalmente se corrigieron las finanzas públicas, pero no las fuentes básicas del crecimiento. Para ello, era necesario cambiar el contexto y el paradigma de las reglas económicas en las cuales estaba operando la economía y se está pagando un costo muy caro por no transformar. Desde que México entró al Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN), se hicieron una serie de cambios muy importantes, se renegoció la deuda externa y parecía que ya iba bien, pero luego pasaron 15 años con gobiernos que no tenían mayoría en el Congreso y lo que sucedía es que todos los de la oposición sentían que su obligación era la de oponerse. Tampoco había una habilidad, como la que se ha dado ahora con el Gobierno, de poder hacer una agenda. ¿Considera que estas reformas cambian, refuerzan o modifican el actual modelo económico del país? Lo actualizan, lo ponen al día con todos los demás países con los que está compitiendo y que nos están ganando la partida. La productividad es la única forma con la que se pueden ganar espacios y se pueden mejorar los salarios de los trabajadores. ¿Es este un buen momento para plantear un cambio del sistema económico nacional o es suficiente reforzándolo? No, lo que pasa es que las reformas nunca terminan, no se trata de decir "ya acabé", nunca se acaba. Como los procesos de España, de Italia, de Francia e Inglaterra son de una reforma detrás de otra, para luego empezar a modificarlas. Por eso no se puede decir que terminaste una reforma sólo porque acabó la temporada de reformas. Tienes que estar trabajando en la implementación, en la ejecución y en la puesta en práctica. ¿El Gobierno federal cuenta con el capital político para seguir implementando reformas? El capital político depende de cada uno de los temas. Si tú dices "yo me agoté mi capital político porque aprobé todas las reformas, a pesar de que no había apoyo para ellas, entonces tuve que utilizar mi capital político", y eso no fue el caso. Aquí siempre se acompañó casi por consenso y, en otros casos, hubo una diferenciación más clara entre los partidos. Pero el principal mérito de las reformas en este país no son las reformas individuales y su diseño, sino el hecho de que políticamente fue posible negociarlas con todos. ¿Cuál es la vocación del país? Lo que hacen estas reformas es mantener y, en algunos casos, recuperar los espacios que se perdieron. México tiene dos opciones: irse por la vía de abaratar el trabajo y tener una fuerza laboral cada vez más en la precariedad, con una caída de los salarios reales, o aumentar las habilidades y las destrezas de los trabajadores, sólo así mejorarán las remuneraciones y se estimulará la economía. Se trata de ponerte al día con lo que hacen los demás y eso es lo que a veces perdemos de vista con estas reformas. ¿Por qué se debe apostar? ¿Por la manufactura o por la tecnología, servicios o energía? Un país como México, de 120 millones de habitantes, no tiene que tomar una decisión de uno u otro. El país tiene la suficiente densidad, tamaño, complejidad y red suficiente de contactos para desarrollarse en varios de los temas. Lo que se tiene que hacer es moverse, cada vez más, hacia el mayor valor agregado; eso requiere una fuerza de trabajo cada vez más calificada. Tenemos que inyectar cada vez más conocimiento a los procesos productivos para que sea en otras partes del mundo donde compitan por la mano de obra barata, porque competir en ese nivel no es el objetivo que México debe perseguir, el país debe apostar al valor agregado. ¿Se deben hacer ajustes a la reforma tributaria o irse adaptando? La reforma fiscal no fue la causante del bajo crecimiento. Hay que tomar en cuenta que el mundo entero bajó su crecimiento de forma inesperada, sobre todo en Estados Unidos. Actualmente, EEUU se recupera. Este trimestre fue muy bueno, 4,6 por ciento anualizado, lo que quiere decir que ahora viene una recuperación en muchos de los indicadores de México que no tienen nada que ver con el hecho que se esté introduciendo una reforma fiscal o no. Ésta, en algunos casos, tiene efectos directos, porque el tema de los impuestos a nadie le hace ninguna gracia. El problema es que México es uno de los países del mundo que recibe menos impuestos de la OCDE, y si vamos a ser un país de mediano desarrollo, por lo menos debemos tener ingresos de país de mediano desarrollo, no ingresos de país del tercer mundo, con aspiración al primer mundo. ¿Se tiene que aumentar la base tributaria? Somos de los países que gastan menos en salud; el total del PIB en México en materia de Educación es parecido al del promedio, pero el gasto por estudiante es la tercera o cuarta parte del promedio de los países con que queremos competir. Hay que aumentar la base tributaria y hacer que el Estado obtenga más recursos para poder sacar a la gente de la precariedad, dar mejor educación e infraestructuras, porque se es muy complicado si no tienes con qué. ¿Mejoran las expectativas de crecimiento mundial? En general están mejorando, pero de manera selectiva. Para México es buena noticia que a EEUU le vaya bien, porque estamos directamente vinculados, si dependiera de Europa, estaríamos en un problema. ¿Cuál es la estimación para México para este año y 2015? Hay claras diferencias en torno a si el PIB crecerá entre el 2,4 y el 2,7 por ciento. Yo firmo los dos.