Pese al -3% de carga financiera en 2015, aún será más del doble que antes de la crisis Un capítulo que empeorará notablemente en 2015 es el de los ingresos no tributarios, con una caída del 20,6 por ciento respecto al cierre previsto de 2014. Los ingresos no tributarios son los que el Estado recauda por prestar sus servicios, entre ellos, las tasas de Justicia y Universidades; ingresos por venta de activos y privatizaciones; beneficios de Loterías; ingresos procedentes de empresas públicas, etc. Pues bien, según los Presupuestos Generales para 2015, el Estado prevé recaudar tan sólo 19.876 millones en ingresos no tributarios, frente a los 25.034 millones con que espera cerrar el presente ejercicio, o la también mayor suma de 20.747 millones que figuraban en el Presupuesto inicial de 2014. Este pinchazo augurado para 2015 no es baladí, si se considera que esos 19.876 millones son prácticamente la misma cifra que el Gobierno prevé ingresar l año próximo por impuestos especiales (en concreto, 19.894 millones). Todo lo contrario que 2014 De cumplirse el derrumbe en ingresos no tributarios, se revertirá la situación de 2014, cuando este tipo de ingresos experimentarán una subida del 13 por ciento frente a un año antes. El Libro Amarillo de los Presupuestos detalla que este incremento se concentra en los ingresos del capítulo III (tasas y otros ingresos, que avanzan el 43 por ciento) y en las transferencias corrientes recibidas (ingresos del Fondo de Suficiencia de Comunidades Autónomas, con alza del 10,5 por ciento). En el primer caso, las mayores entradas de recursos en las arcas del Estado llegan por "la caída de los tipos de interés de la deuda emitida a lo largo de 2014, que se traducen en ingresos crecientes por la diferencia entre los valores de reembolso y emisión", según el Libro Amarillo. Una situación que no parece que pueda repetirse en 2015, pues los tipos de financiación están muy bajos (analistas de Barclays afirman que los costes se mantendrán incluso más bajos que en 2014, si el BCE sigue con sus medidas de estímulo sobre la deuda soberana) y no es previsible que la ganancia por este concepto se repita en 2015. Donde el Gobierno sí espera buenas noticias es en los intereses de la deuda pública (-3 por ciento en 2015), que bajarán hasta los 35.490 millones de euros (en 2014 se presupuestaron 36.590 millones), gracias a la mejoría de condiciones financieras, Con todo, la realidad es que España necesitará casi 100 millones de euros al día para sufragar la carga financiera de esa deuda, cuando antes de la crisis pagaba 15.265millones.