Codere arrancó ayer un nuevo camino después de cerrar un proceso de reestructuración muy complicado que ha dejado a la compañía en manos de los bonistas. Los títulos del grupo privado de juegos, que volvieron a cotizar a partir del mediodía de ayer, cerraron la sesión con una caída del 3,12 por ciento, si bien el desplome a lo largo de la jornada llegó a alcanzar hasta el 20 por ciento. La volatilidad que mostraron las acciones de la compañía les llevaron a registrar también fuertes repuntes del 10 por ciento, sin embargo, los títulos cerraron la jornada a un precio de 0,62 euros. Según explicó ayer el grupo en una nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Codere precisó que las decisiones adoptadas por el consejo de administración han tomado en consideración, entre otras circunstancias, dos valoraciones independientes que concluyen una valoración de la empresa que, una vez deducida la deuda, resulta que "las acciones carecen de valor económico".