Los mayores bancos del mundo están cambiando su forma de actuar en el mercado de divisas global para recuperar la confianza de los clientes y evitar los esfuerzos de las autoridades para regular una industria manchada por las acusaciones de manipulación. Barclays, Deutsche Bank, Goldman Sachs, RBS y UBS, que en conjunto suponen el 43 por ciento del mercado de divisas, están introduciendo medidas para evitar que los operadores se aprovechen de información privilegiada y estafen a clientes, según publica Bloomberg citando a fuentes cercanas a sus planes. Entre los cambios, la banca ha introducido límites a las comisiones de sus empleados, restringiendo el acceso a la información de los clientes por parte de los operadores o prohibiendo el uso de chats, según las fuentes. La banca reacciona así a los movimientos de diferentes autoridades en EEUU y Europa.