Las agencias reguladoras de Estados Unidos, lideradas por la Comisión de Mercados y Valores (SEC) y la Corporación Federal de Seguros de Depósito (FDIC) investigan a Espirito Santo Bank, la filial del banco portugués Banco Espírito Santo en Miami, Florida. Según adelantó Wall Street Journal, bajo escrutinio están las operaciones realizadas entre la división norteamericana con su homóloga en Panamá. El banco de Miami opera desde una sola sucursal en un rascacielos de 36 pisos propiedad de otra compañía de Espírito Santo. La entidad atiende a clientes sudamericanos, a los que ayuda a manejar su riqueza e invertir en bienes inmobiliarios en Florida. A fecha del pasado 30 de junio, dicha filial contaba con 751 millones de dólares (575 millones de euros, aproximadamente) en activos y registró beneficio de 943.000 dólares (720.000 millones de euros) en el primer semestre del año. Según explicó al periódico americano el presidente y director ejecutivo del Espirito Santo Bank, G. Frederick Reinhardt, "muchas operaciones fueron inapropiadas y ahora estamos intentado solventarlas". El directivo, que comenzó a trabajar para la filial estadounidense del banco portugués en 2012, dijo que informó inmediatamente de las transacciones sospechosas hacia Panamá a la Autoridad Reguladora de la Industria Financiera (Finra) nada más descubrirlas el año pasado. La actuación de los gestores de patrimonio en el banco de Miami, incluyendo a Jorge Leite Espirito Santo Silva, el máximo representante de la familia del Espírito Santo en EEUU, podría ser constitutiva de un delito al haberse violado las leyes bancarias estatales.