Señala la diversidad geográfica como "clave" para unos resultados "crecientes y sostenibles"Confirma al consejero delegado, Javier Marín, con el que "trabajaré muchos años más"Ana Patricia Botín realizó ayer, en su primera intervención como presidente del Santander, un emotivo recuerdo a su padre, Emilio Botín, y una promesa de continuidad en la estrategia del banco, y en la de su equipo directivo. El debut se produjo en la junta de accionistas que se había convocado para la aprobación de la recompra del 25 por ciento del capital de la filial brasileña que está en manos de minoritarios. Botín aprovechó la asamblea para explicar a los accionistas y a los mercados la estrategia que seguirá la primera entidad de la zona euro. La presidente, vestida con un traje gris con rayas finas, acompañado por un pañuelo rojo Santander, tuvo un recuerdo especial para su progenitor en el inicio de su discurso. Visiblemente emocionada, indicó: "Quiero que mis primeras palabras ante esta junta sean un recuerdo muy especial a la memoria de nuestro anterior presidente". Tras hacer un pequeño relato sobre la gestión de su padre, se esforzó por transmitir los planes de continuidad, al prometer que el Santander seguirá con la misma política de diversificación geográfica y que se apoyará en el equipo y consejo de administración actuales, aunque no desveló sí habrá algún cambio en los mismos. Dejó claro su respaldo al consejero delegado, Javier Marín, que estaba sentado a su derecha, y al que abrazó tras finalizar el acto. "Hemos trabajado muchos años juntos y seguiremos haciéndolo", manifestó. Marín fue una de las personas de más confianza de su padre. Fue durante años secretario de la presidencia, desde donde pudo mantener una estrecha relación con Ana Botín. Hace año y medio fue nombrado consejero delegado, tras la dimisión de Alfredo Sáenz. "Mi ambición consiste en mantener la trayectoria de éxito -la de su padre- a la que voy a dedicar el mayor de mis esfuerzos". Su proyecto, por tanto, será continuista, tal y como estaba previsto. "El grupo cuenta con la base de capital, la fortaleza de balance y la capacidad de generación de ingresos necesarios para consolidar una evolución sostenible y creciente de los resultados", indicó la presidente. Para ello, indicó que para ello será "clave" afianzar la diversificación geográfica. Acto seguido, señaló que se siente "especialmente comprometida con ese reto", para lo que contará con un "gran equipo" y "el apoyo de un consejo de administración de gran experiencia". Ana Botín consideró que este desafío no será fácil, y así lo reconoció, debido al nuevo entorno competitivo y regulatorio "cada vez más exigentes". Pero también manifestó ante los accionistas que, al tiempo que hay retos por delante, el Santander cuenta con oportunidades para seguir creciendo en el futuro. Una tarea que "asumo con gran confianza". De manera muy sutil, en la respuesta a uno de los accionistas, la nueva presidente defendió su nombramiento y el procedimiento realizado. Recordó que su elección se adoptó por unanimidad en el consejo del banco, tras la propuesta de la Comisión de Nombramientos. El eje de su estrategia, además de la diversificación y la política de autonomía de las principales filiales, será el cliente. A lo largo de sus intervenciones, Ana Botín apuntó que la atención de los más de 100 millones de clientes estará en centro de sus proyectos. "Trabajaré para ello y seguiré con este principio, porque es la base del éxito", sostuvo. "Es necesario que nos ganemos la confianza de los clientes. Y también la de los mercados, para que la cotización se recupere". Botín se mostró convencida de que los inversores mantendrán su apuesta por la entidad. En distintos momentos de su intervención hizo referencia a la evolución de los títulos en bolsa. En una de ellas, dijo que desde que comenzó la crisis "compara muy bien con los comparables" y que la rentabilidad ofrecida alcanza el 15 por ciento, frente a una caída del 51 por ciento de la media de bancos que cotizan en el Eurostoxx, incluyendo los dividendos pagados. Y en otra, no dejó pasar por alto la oportunidad para explicar que el grupo mantendrá el dividendo. "Es objeto de atención principal para el banco", señaló. El Santander paga una retribución de 0,60 euros por título bajo la fórmula del script, es decir, que se puede elegir el cobro en especie o en metálico. Algunos de los allí presentes mostraron sus quejas porque algunos consejeros lo reciben en dinero y pidieron que cambien su postura para dar un mensaje de confianza a la cotización. Ana Botín replicó que los miembros del órgano rector cuentan con 182 millones de títulos. En cuanto a la independencia de las filiales, la presidente del banco consideró que se mantendrá la misma estrategia, por lo que anticipó que se seguirá con el proyecto de salidas a bolsa de las distintas franquicias. Una de ellas será la de la filial británica, que ella misma ha dirigido en los últimos cuatro años. Cotización de las filiales En ese sentido señaló que la operación de recompra del 25 por ciento del capital de Santander Brasil que cotiza en bolsa "no cuestiona en absoluto la política" llevada a cabo en los últimos ejercicios. Tiene en el mercado las franquicias de México, Polonia, Chile y la financiera de consumo en EEUU. Destacó que la adquisición en Brasil, que fue aprobada por la junta de accionistas de ayer, "va a permitir un aumento de los ingresos por acción del grupo en los próximos años, gracias a las favorables perspectivas de nuestro banco". La intención de la entidad es tener cotizando en los mercados las principales divisiones del grupo a finales de 2017. Es el periodo que anunció hace dos ejercicios Emilio Botín. Los planes se han ido retrasando ligeramente, como consecuencia de la convulsión de los mercados por la crisis. De hecho, la oferta pública de venta en Reino Unido se ha visto aplazada en varias ocasiones.