Sólo el Popular se une al Santander y Bankinter en la lista de entidades que sortean la crisis sin apoyoLos dos bancos controlados por la familia Botín, el Santander y Bankinter, son una excepción en España. Son junto al Popular los dos únicos que han ganado cuota de mercado en la crisis sin haber recibido ayudas públicas. Bien porque lo han necesitado bien porque no han adquirido ninguna otra entidad gracias a las garantías y a los apoyos concedidos por parte del fondo de rescate del Estado, el Frob, o por parte del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), nutrido con recursos del sector. Antes del estallido de la crisis había en nuestro país cerca de 55 bancos y cajas de ahorros. En la actualidad, tras el proceso de concentración, hay trece grupos financieros. Tres de ellos han pedido ayudas para sobrevivir en solitario (Bankia, BMN, Liberbank) y siete (BBVA, Caixabank, Sabadell, Abanca, Kutxabank, Unicaja e Ibercaja) han aprovechado las oportunidades para crecer y se han adjudicado entidades débiles con esquemas de protección para cubrir riesgos u otra serie de avales, aunque no en todos los casos. El Santander que recibe ahora Ana Patricia Botín está libre de estas ventajas. La diversificación geográfica de la entidad, bajo la gestión de Emilio Botín, ha sido fundamental para la supervivencia tras el estallido de las subprime en Estados Unidos y el crash inmobiliario en nuestro país. A diferencia del resto de principales competidores a nivel internacional, el grupo cántabro ha aguantado el vendaval gracias también a un modelo de negocio basado en la banca de particulares. Otros gigantes mundiales, enfocados más a la banca de inversión especulativa, han tenido que ser rescatados por sus estados, como es el caso de Royal Bank of Scotland, Citigroup o el quebrado Lehman Brothers. Sin compras en nuestro país En España el Santander únicamente ha llevado a cabo una operación, pero dentro de su propio conglomerado: la unificación de sus filiales, lo que ha supuesto la desaparición de la marca histórica Banesto y la de Banif. Sin adquisiciones, el banco dirigido hasta el pasado miércoles por Emilio Botín ha ganado cuota de mercado, sobre todo en el segmento de depósitos, a través de varios movimientos para captar dinero y clientes con el objetivo de aprovechar la crisis vivida por las cajas de ahorros y obtener la liquidez que no proporcionaban los mercados mayoristas. Como ya hiciera en otras ocasiones, como el lanzamiento de la supercuenta en 1989, el Santander a lo largo de los últimos años ha puestos en marcha distintas campañas con precios agresivos para arañar una parte del pastel. En concreto, se ha hecho con poco más de dos puntos porcentuales del mercado de depósitos. Desde 2008, el banco ha incrementado su base de clientes en poco más de 3 millones, hasta superar los 14 millones. Bankinter, como el Santander, tampoco ha acelerado su plan de expansión sin acometer ningún tipo de adquisición y ha centrado su plan en unos productos más atractivos para los clientes aprovechando su fortaleza del balance. La entidad controlada por Jaime Botín ha sabido durante estos últimos años aumentar su tamaño y su negocio, primero con ofertas para atraer depósitos y, posteriormente, con promociones para impulsar su cartera crediticia. Así, la entidad ha elevado su tamaño un 7,5 por ciento, hasta los 57.000 millones en activos gestionados. Esta subida se debe en parte a que es el único banco que ha mejorado su volumen de préstamos en la crisis sin tener en cuenta los efectos de las compras realizadas por el sector. Lo ha hecho en 1.124 millones, lo que supone un alza del 2,7 por ciento, frente al desplome experimentado en el sistema por el cierre del grifo. En depósitos también ha mejorado el dinero gestionado, tanto en balance como fuera de él, aunque de una manera mucho más moderada. El ahorro administrado por Bankinter ha subido desde 2008 poco menos de un 1 por ciento. Tanto el Santander como Bankinter son una excepción en panorama financiero español. Son dos de los tres únicos bancos que no han recibido ayudas y los dos únicos que no han absorbido otras entidades. El Popular sí se hizo con el Pastor y, recientemente con la filial española de Citibank, sin dinero estatal o del FGD. El resto del sector sí lo ha hecho. El Sabadell, por ejemplo, se adjudicó la CAM con un EPA de hasta 20.000 millones, mientras que Caixabank, por ejemplo, ha adquirido Banco de Valencia, con una protección de hasta 4.500 millones.