La automovilística acometerá una fuerte inversión en una fábrica en Kecskemét para tener acceso a nuevos mercadosbudapest. La marca alemana de automóviles Mercedes-Benz, del grupo Daimler, invertirá 800 millones de euros en la construcción de una nueva planta de producción en Kecskemét (Hungría), que servirá para aumentar la competitividad de la empresa y para lograr un mejor acceso a nuevos mercados, gracias a la consecución de una capacidad de producción adicional, informó ayer la compañía. La puesta en marcha de esta nueva fábrica en Kecskemét permitirá la creación de 2.500 nuevos puestos de trabajo en la región. De esta forma, la compañía y representantes del Ayuntamiento de la ciudad prevén firmar un acuerdo inicial "en las próximas semanas". Por otro lado, la firma indicó que ha realizado, además, una inversión de 600 millones de euros en su planta de Rasttat (Alemania), con el fin de ampliar a cuatro modelos su actual gama de vehículos compactos, formada por dos automóviles. Mercedes-Benz destacó que en la actualidad está presente en el segmento de los vehículos compactos con los modelos Clase A y Clase B, aunque resaltó que las nuevas variantes se destinarán a nuevos clientes objetivos para la marca alemana. El presidente del grupo Daimler, Dieter Zetsche, señaló que la firma alemana "va a ofrecer una amplia gama de vehículos sorprendentes, con unos altos niveles de confort, seguridad y calidad". Además, explicó que contar con un mayor número de coches servirá para llegar a un mayor número de clientes. "Estamos invirtiendo constantemente en la producción de vehículos en Alemania. A esto se suma la reciente expansión de la producción de la furgoneta Sprinter en Düsseldorf y Ludwigsfelde y ahora invertiremos más de 600 millones de euros en Rasttat en nuestra nueva generación de coches compactos", añadió Zetsche. La compañía indicó que el coste de estas inversiones y de la puesta en marcha de esta nueva planta se compensarán con más eficiencia.