Botín ha protagonizado operaciones históricas, como la alianza con RBS o la adquisición del holandés ABN AmroUna de las obsesiones de Emilio Botín fue la expansión internacional del grupo. Desde el primer momento. Trabajó desde que accedió a la presidencia del Santander para colocarlo en el mapa y convertir el banco nacional en global. Y lo consiguió. En sus casi tres décadas al frente de la entidad realizó importantes e históricas alianzas con bancos extranjeros, adquisiciones de gran calado y despligues de red para crecer. Esta estrategia ha dado sus frutos. La crisis ha demostrado que el Santander ha aguantado mejor que sus rivales por la diversificación geográfica. De esto hacía gala siempre que podía el banquero. Conquistó casi una decena de países, en los que el grupo es a día de hoy uno de los grandes del sector. Y se preparaba para ser fuerte en otros, como Estados Unidos. Su lema era que el Santander tenía que controlar un 10 por ciento del mercado. De lo contrario, no tenía sentido. Y lo llevaba a la práctica. Recientemente abandonó Colombia, ante imposibilidad de cumplir este objetivo. Pacto sin precedentes con RBS 1 Al poco tiempo de acceder a la presidencia del Santander, Botín protagonizó una operación sin precedentes para una entidad española. Firmó un acuerdo estratégico con el británico Royal Bank of Scotland en 1988, por la que ambos se convertían en socios para explorar juntos oportunidades de negocio. Pero la alianza iba más allá. El Santander adquiría el 10 por ciento del capital del banco del Reino Unido y RBS tomaba una participación significativa del español. La transacción suponía un hito para el sistema financiero de nuestro país. Ambas entidades querían prepararse para la nueva Europa que se avecinaba con el impulso comunitario. Pretendían entrar en los países de la UE en los que aún no estaban presentes, como Francia, de una manera conjunta. Decidieron poner en marcha proyectos en Oriente Medio, Japón y Hong Kong, de los cuales muy pocos cuajaron. En Alemania, sin embargo, compartieron una firma, germen de lo que es hoy la financiera de consumo del Santander. El acuerdo entre el español y el británico fue duradero, pero se rompió por la adquisición en 2004 del Abbey por parte del primero. Las reglas de competencias impedían mantener en pie una alianza que duró casi dos décadas. Conquista de Latinoamérica 2 El salto del banco a Lationámerica se hizo en varias fases. Las primeras incursiones se producen durante la presidencia de su padre, entre 1950 y 1986. Pero el desembarco masivo y la conquista de los principales mercados se produce a partir de 1990, una vez que ha logrado una masa crítica suficiente en España. Emilio Botín impulsa la actividad del grupo con compras de calado en distintos país. Adquiere Banco de Venezuela en 1996, Santander Mexicano y Banco Río Argentina en 1997 y Banco Noroeste de Brasil en 1998. Este despliegue permite a la entidad tener una estructura propia de una multinacional. La conquista americana no se queda ahí. Durante la primera década del presente siglo, cuando se erige como el primer grupo financiero de Latinoamérica. En el ejercicio 2000 se hace con el mexicano Serfin, lo que le aúpa al 'top 3' del mercado azteca. En Brasil, ese mismo año, toma el control de Banespa. Ésta sería la mayor operación internacional del Santander hasta la fecha. Ya en 2002 gana presencia en Chile, otro país estratégico, con la compra de Banco Santiago. La operación tribanda de ABN Amro 3 Ninguna adquisición de las llevadas a cabo por el Santander de Emilio Botín ha sido tan significativa como la llevada a cabo en 2007. El español se unió a su exsocio, el británico Royal Bank of Scotland, y el belga Fortis para comprar de manera conjunta el holandés ABN Amro. Su valor alcanzó los 70.000 millones. En la puja ganaron a Barclays, que ofrecía una cantidad menor en solitario. Tras la compra el grupo holandés se troceó en función de los intereses de cada socio. El Santander se quedó con la división brasileña, Banco Real, por lo que se convirtió en el tercer mayor banco del país suramericano, y con la filial italiana, Antonveneta. Para aligerar la carga de la adquisición, a las semanas de ejecutar la operación vendió Antonveneta con importantes plusvalías. Botín había realizado una operación redonda. El peso de la factura de ABN Amro perjudicó seriamente al resto, RBS y Fortis, tras el estallido de la crisis. El primero tuvo que ser nacionalizado y el segundo pasó a manos de BNP Paribas. La desinversión de Antonveneta dio cierto oxigeno al banco español, que ha superado la crisis sin necesidad de recibir ayudas públicas. Los pasos en el país vecino con Totta 4 La internacionalización del banco se produce de manera simultánea en distintas geografías. El Santander no sólo quiere extender sus negocios por Latinoamérica en los inicios del plan de expansión diseñada por Botín. Europa también centra buena parte de su atención. Al margen de su alianza con el británico RBS, desembarcó en Portugal con la adquisición de pequeñas firmas especializadas en distintas áreas financieras. En 1999 da un importante salto. Adquiere Totta y Açores y se convierte de un plumazo en la tercera entidad del país. A día de hoy controla el 10 por ciento del mercado. La filial, que ha aguntado la crisis del país vecino, podría avanzar en su estrategia de crecimiento con Novo Banco (BES). El Santander analizará hacerse con éste una vez se inicie la puja, aunque el proyecto del grupo pasa por destinar buena parte de sus recursos fuera de Europa. Abbey, un español en tierra hostil 5 La compra de Abbey fue, posiblemente, la más difícil a la que se enfrentó el Santander de Emilio Botín. Se llevó a cabo en 2004, de manera inesperada. El grupo español, por fin, culminaba con éxito el desembarco con mayúsculas en el Reino Unido. La operación no fue vista por la mayor parte del sector, que miraron con malos ojos esta conquista de la City. La entidad cántabra siempre ha destacado la ecuanimidad del regulador británico a la hora de aprobar la adquisición ante tanta hostilidad mostrada por la competencia. La transacción se efectúa a través de un canje de acciones, un sistema utilizado por Botín en la mayor parte de sus inversiones de crecimientos. Aprovechó esta oportunidad para colocarse en el top ten del sistema financiero internacional. Con el estallido de la crisis mundial, el banco español dio otro paso para aumentar el negocio de la filial británica con la toma de control de Alliance & Leicester, y la red de sucursales y el negocio de Bradford & Bingley. La incursión en Estados Unidos 6 En el proceso de internacionalización del banco siempre estuvo Estados Unidos en el punto de mira. De hecho, una de las primeras operaciones de cierto calado se llevó a cabo al otro lado del Atlántico. A principios de los noventa, de la mano de su socio Bank of America, adquirió una pequeña participación en Fist Fidelity Bank, del que llegó a tener un 30 por ciento de su capital. A mediados de esa década decidió, sin embargo, deshacerse de esta posición con ganancias de casi 2 millones de euros. La relación con Bank of America viene de lejos, forjada por su padre en los sesenta. El Santander y el grupo americano pusieron en marcha en nuestro país Bankinter, una entidad especializada en alta tecnología, enfocada para clientes de mediana y gran renta. Bankinter está controlado a día de hoy por el hermano de Emilio, Jaime Botín, que ostenta el 23 por ciento de su capital. El despliegue de la financiera de consumo 7 La financiera de consumo del banco es una de las palancas de crecimiento más importantes en los últimos años. A través de un despligue por una veintena de países, Santander Consumer es uno de los actores principales en los mercados en los que opera. La apuesta por este segmento de actividad -financiación para la compra de coches, electrodomésticos o para viajes- se remonta a la década de los ochenta, cuando adquirió CCBank en Alemania. A lo largo de la última década ha extendido su influencia por los países centroeuropeos y escandinavos, además de por Polonia gracias a la compra de distintas entidades. También por Latinoamérica, aunque con una menor intensidad. Y proyecta un plan de expansión de la franquicia en Estados Unidos con el acuerdo alcanzado recientemente con Chrysler. En Europa también tiene un plan de crecimiento de la mano de Peugeot, con el que ha sellado una alianza para tomar el control de su financiera y de extender sus relaciones en diferentes mercados. El más importante, Francia, uno de los que más se ha resitido a la entidad española. Llegada sin prisas a China 8 La financiera de consumo también ha servido al Santander para explorar mercados más complicados. El más relevante de todos es China. Con la franquicia ha iniciado sus primeros pasos en el gigante asiático. A diferencia de otros bancos españoles, como BBVA, el Santander ha preferido mantener la calma a la hora de desembarcar de manera contundente. Botín sabía que en China había que ir despacio y así lo hizo, aunque con vistas al futuro tenía planeado llevar a cabo una operación de gran calado. La regulación impide a las entidades extranjeras tomar una parte relevante del sistema chino. Tal es así, que BBVA ha tenido que recular en sus intenciones tras cosechar unos resultados menos satisfactorios de los esperados y ha vendido una parte importante de su participación en su socio asiático, Citic. La estrategia de Botín ha sido mantener la prudencia, a la espera de opertunidades mejores.