La CE cede a la CNMC la responsabilidad de aprobar o rechazar la operaciónLa patata caliente de compra de Canal+ por parte de Telefónica quedará en suelo español. José María Marín Quemada, presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), confirmó ayer que su organismo examinará la compra de la plataforma de televisión de pago. De esa manera, Bruselas ha accedido a delegar tan controvertido análisis al supervisor español. Según ha podido saber elEconomista, el pasado 17 de julio, Telefónica remitió un documento a Bruselas argumentando los motivos por los que la aprobación de la compra debería ser estudiada en España. La respuesta de la Comisión de Competencia se hizo esperar hasta el pasado 25 de agosto, con un resultado favorable para la petición de la multinacional española. Según los expertos consultados, esa decisión podría agilizar los plazos de la autorización de forma considerable, tal y como sucedió a principios del verano con la compra de Ono por parte de Vodafone. Debido al elevado negocio de las empresas llamadas a integrarse, todo invitaba presuponer que el asunto de trataría en el ámbito europeo. Sin embargo, Bruselas ha aceptado el argumentario defendido por Telefónica para trasladar su análisis y posible rechazo o aprobación a la CNMC. La decisión de la Bruselas colisiona con las apreciaciones de Antonio Coimbra, consejero delegado de Vodafone España, quien ayer consideró que la operación debería ser analizada al detalle desde los organismos comunitarios, tal y como informó en un encuentro con la prensa en el marco del 28 Encuentro de las Telecomunicaciones en la UIMP de Santander. Fuentes de Vodafone consideran que la CNMC deberá imponer condiciones severas para aprobar la integración de Canal+ en Movistar TV, ya que los empaquetamientos de contenidos de televisión y servicios de telecomunicaciones pueden resultar abusivos. "Telefónica podrá pujar más que el resto de sus competidores en contenidos premium de televisión, ya que el retorno esperado por la adquisición de los mismos será mayor que el de sus rivales, dada su posición de dominio tanto en banda ancha fija ultrarrápida como en televisión de pago", apuntan fuentes de Vodafone. Según la normativa vigente, las operaciones de adquisición alcanzan dimensión comunitaria cuando el negocio conjunto de las compañías implicadas supera los 250 millones en el mercado doméstico o los 5.000 millones en todo el mundo. Esas condiciones las superan con creces Telefónica y Canal+. No obstante, Bruselas puede delegar el análisis a la CNMC en el caso de que lo considere oportuno, tras recibir una propuesta para dicho traslado por parte de los interesados. A partir del pasado 25 de agosto, Telefónica dispone de 15 días para enviar a la CNMC toda la información sobre la compra de Canal+. A continuación, este organismo deberá decidir si rechaza la operación o la aprueba. En el segundo de los casos, puede realizarse en la denominada Fase 1, de manera simplificada (en apenas un mes) o bien puede realizarse en Fase 2, con condiciones, lo que dilataría la aprobación al menos cuatro meses, hasta el primer trimestre de 2015. El pasado 1 de junio, Telefónica formalizó la compraventa del 56 por ciento de la plataforma de televisión de pago de Prisa a cambio de 750 millones de euros. En julio, Telefónica compró a Mediaset España el 22 por ciento que poseía en Canal+, por 365 millones, para así controlar la totalidad de la compañía. La operación protagonizada por Telefónica será la segunda de mayor calado de cuantas ha analizado la CNMC en su casi primer año de existencia, tras la referida adquisición de Ono por Vodafone.