Las bolsas limitaron las pérdidas iniciales y la compra de bonos llevó al 10 años alemán bajo el 1% por primera vezSusto y después tranquilidad. Esa ha sido la reacción del mercado a los malos datos económicos que se publicaron ayer en la eurozona. El Ibex 35 llegó a sufrir un descenso cercano al 1 por ciento, en su primera sesión bajista después de cuatro al alza, para terminar el día con una nimia caída del 0,09 por ciento, hasta los 10.294,8 puntos. El panorama era similar en el resto de índices europeos, que sí lograron saldar la última jornada con cifras positivas, incluso en el caso de los protagonistas de los datos decepcionantes -Alemania y Francia-, cuyos indicadores de referencia se anotaron un 0,3 y un 0,2 por ciento, respectivamente. "Uno de los motivos podría estar en que los inversores se estén agarrando a la debilidad de estos datos para esperar una ampliación de los estímulos por parte del BCE, por lo que de nuevo la entidad podría verse presionada para actuar de un modo u otro", apunta Victoria Torre, responsable de análisis y producto de Self Bank. Para más inri, agosto no es un mes que se caracterice precisamente por el fuerte flujo de dinero en el mercado: "El rebote puede ser vulnerable. También influye que estamos en agosto, un mes con menos volumen, con cuestiones geopolíticas que aún no están cerradas, además de unos datos macroeconómicos que dan una de cal y otra de arena", apunta Marian Fernández, directora de estrategia en Inversis Banco. Ola de compras en bonos Mientras las bolsas renqueaban, donde no dudaron los inversores fue en comprar deuda pública de los países de la eurozona. El caso más claro se produjo en el bono alemán, en el que la referencia a 10 años llegaba incluso a caer por debajo del 1 por ciento por primera vez en la historia. Al cierre, terminó sobre el 1,017 por ciento, tras caer 1 punto básico en el día -cuando se producen compras sube el precio y cae el rendimiento-. Pero el apetito por la renta fija de la zona euro se extendió también a Francia, donde el bono a 10 años cedió 2 puntos básicos, marcando mínimos históricos; Italia, con un descenso de 6 puntos en su referencia a una década se quedó cerca de su mínimo y Portugal, que vivió la mayor avalancha de compras: su bono a 10 años se relajó 14 puntos, hasta el 3,52 por ciento. También la deuda española a una década vivió la entrada de inversores: su rendimiento cayó 9 puntos básicos de golpe hasta el 2,48 por ciento. "Lo que resulta preocupante de cara a los próximos meses es cómo afectará a los mercados la evolución de las principales economías. No es descartable que se revisen a la baja las previsiones de crecimiento, lo cual podría presionar la cotización de las bolsas a la baja", añade Torre. Por su parte, el euro, que debería haberse depreciado en el supuesto de que los inversores descontasen una política más expansiva por parte del BCE, se mantuvo prácticamente plano contra el dólar, en el entorno de los 1,33 dólares e incluso llegó a revalorizarse por momentos un 0,3 por ciento.