Estas compañías se presentaron al primer tramo, que ganó un consorcio de EEUULas autoridades estadounidenses licitaron el pasado martes el plan de construcción de la vía de alta velocidad en California, que será la primera en Estados Unidos, valorado en 65.000 millones de dólares (48.617 millones de euros, aproximadamente). Según fuentes consultadas por elEconomista, con la llegada de este tipo de proyecto a Estados Unidos, se abren las puertas a muchas empresas españolas que podrán exportar a este país su tecnología avanzada y equipos especializados en este tipo de trenes, en los que España es pionero. De hecho, las fuentes consultadas por este diario confirman que compañías ACS y OHL se plantean pujar para construir el segundo y el tercer tramo de esta vía. En un primer momento, Ferrovial también estaba interesada pero fuentes de la compañía confirmaron ayer que se han retirado. Concretamente, estas dos empresas ya participaron en el concurso para realizar el primer tramo, que finalmente ganó un consorcio local formado por Tutor Perini Corporation, Zachry Construction Corporation y Parsons Transportation Group por 1.000 millones de dólares (748 millones de euros, aproximadamente). Impulso a un largo proyecto De esta forma, se acelera y toma forma un proyecto iniciado hace cuatro años cuando un 69,9 por ciento de los ciudadanos californianos pidieron, a través de un referéndum, la existencia de este tipo de trenes para conectar las principales urbes. Sin embargo, la financiación ha sido uno de los problemas que más ha retrasado su desarrollo. En un primer momento, las autoridades emitieron un bono para financiar este proyecto de 8.000 millones de dólares (unos 5.985 millones de euros, aproximadamente) que un juez canceló justificando que no estaba bien estructurado legalmente. Fue gracias a la idea del gobernador demócrata Jerry Brown - que ha sido un defensor a ultranza de este proyecto- que consiguieron una parte importante de financiación para realizarlo. La idea de Brown consitió en utilizar un 25 por ciento del fondo que el estado de California destina a la emisión de gases para este proyecto. Pese a todo, fuentes consultadas por elEconomista afirmaron que están intentando atraer a fondos de todo el mundo, para retocar y acelerar el proyecto. Además, gracias a un rediseño del plan inicial, los costes actuales han bajado mucho desde los 90.000 millones de dólares (67.325 millones de euros, aproximadamente) estimados inicialmente. Por otro lado, las fuentes consultadas comentaron que, según la ley estadounidense, las grandes empresas que participen se verán obligadas a subcontratar a pequeñas y medianas empresas para realizar un 30 por ciento del proyecto, por lo que "no hace falta ser una gran empresa, sino tener experiencia".